Trece de cada mil menores nacen con problemas cardiacos.  En el Hospital del Niño se atienden 30 casos cada día.

Las enfermedades del corazón se vuelven comunes en los niños. En Guayaquil, su incidencia aumentó en el 50%, en los últimos cinco años, según médicos del hospital Francisco de Ycaza Bustamante.

Según la cardióloga de esa casa de salud, Patricia Arias, en la actualidad el índice de cardiopatías llega a trece de cada mil nacidos vivos. Antes, alcanzaba a 7 u 8.

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Y expresa que “si a los recién nacidos o los fetos que mueren en las maternidades se les hiciera una necropsia probablemente esta incidencia sería mayor”.

Los problemas más frecuentes con los que llegan los infantes al  centro médico son los de tipo congénito, aquellos que fueron adquiridos durante la gestación o al momento del nacimiento.

Arias indica que a diario se atienden entre 25 y 30 pacientes con estas complicaciones. Las más frecuentes: las comunicaciones interventriculares e interauriculares, los problemas adquiridos por fiebre reumática y la arritmia.

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El cardiólogo Carlos Veloz, de esta misma casa de salud, respalda su afirmación.
Dice que los menores suelen presentar defectos en los tabiques que separan las aurículas y los ventrículos del corazón. De ahí el nombre de las enfermedades.

En el primer caso, se origina una especie de ‘corto circuito’ en el paso de la sangre, porque empieza a circular de izquierda a derecha a través de un agujero. Lo normal es que vaya fluidamente desde el ventrículo izquierdo a la aorta (hacia arriba) para oxigenarse.

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“Cuando existen problemas de comunicación, la sangre se va directamente al lado derecho y aumenta su flujo a nivel pulmonar”, explica Veloz.

Algo similar ocurre con la comunicación interauricular, que  genera un irregular riego de sangre entre las aurículas del corazón a causa de una perforación.

Ambas pueden causar o no síntomas, dependiendo de la complejidad. Las primeras en aparecer son las infecciones repetitivas, como bronquitis e insuficiencia respiratoria. A esto se suman problemas en el desarrollo, como bajo peso y poca estatura.

Estos malestares, agrega Arias, son los únicos que pueden alertar de la complicación a los padres. “En caso de no presentarse, la detección oportuna depende  de la acuciosidad que tenga el pediatra”. En las cardiopatías existe un riesgo de mortalidad del 90%  si no son tratadas a tiempo.

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Incluso, ella señala que los problemas graves de los adultos, como arteriosclerosis o síndrome coronario agudo puede prevenirse en esta etapa. “Existen factores de riesgo, como los altos índices de colesterol y la obesidad que empiezan con una mala dieta desde la infancia”.

Pero las patologías congénitas no son las únicas de riesgo para los infantes. Las adquiridas durante su crecimiento también conllevan a cuadros complejos. Las secuelas de fiebre reumática son un ejemplo de ello. En este caso,  una infección en las amígdalas causada por estreptococo llega a afectar las articulaciones, las válvulas del corazón y los huesos.

Otras comunes también congénitas son la tetralogía de Fallot, cuatro defectos en el corazón (como comunicación o estrechamiento de la válvula pulmonar) que hacen que el niño se quede morado. Y la transposición de los grandes vasos, cuando las arterias pulmonar y aorta salen de los ventrículos contrarios.

Todas tienden a aumentar. Según las estadísticas del hospital, en el 2003, 27 pacientes fueron ingresados por problemas de comunicación interventricular; 20 por tetralogía de Fallot y 17 por comunicación intraauricular. En lo que va del año se han registrado 27 casos nuevos del primero;  3 del segundo y 18 del tercero.

El problema se vuelve aún más complejo porque el 80% de las  cardiopatías congénitas requieren de operación y sus costos la vuelven inalcanzables para las personas de escasos recursos económicos. Una cirugía fluctúa entre los 1.000 y 5.000 dólares, como en el caso de las comunicaciones intraventriculares.

“Solo cuando la abertura interventricular es pequeña o mediana se aplican medidas conservadoras para ver si se cierra. Si el defecto es amplio y existe aumento de la presión pulmonar es necesario operar sin establecer límite de edad”, dice Veloz.

Este tema será abordado en el Congreso Internacional de Cardiología que se celebra desde hoy hasta el 11 de septiembre, en el hotel Hilton Colón. Participan médicos de Perú, Argentina, Venezuela y Ecuador.