Diego Maradona no pudo viajar este miércoles al mediodía a Cuba, como había planeado para seguir un tratamiento contra la adicción a la cocaína, porque su familia no dio el consentimiento legal necesario para que deje la clínica donde está hospitalizado contra su voluntad.
 
Distintos medios dieron cuenta de que el ex astro tenía reservados lugares en un vuelo a La Habana y el embajador argentino en Cuba, Raul Taleb, dijo el martes que lo esperaban en la isla para el día siguiente.
 
Pero el juzgado que se ocupa del caso dijo a Reuters que aún no estaban dadas las condiciones para el traslado del ex jugador a una clínica en Cuba, país donde residió los últimos cuatro años.
 
"No puede retirarse porque no está firme la resolución (porque) no consintieron los familiares todavía (...) Legalmente no está en condiciones de abandonar la clínica", dijo a Reuters una fuente del tribunal.
 
Maradona llegó a Argentina en marzo y estuvo internado en dos clínicas. Primero en una de Buenos Aires por un problema cardiaco que lo dejó al borde de la muerte y luego en el neuropsiquiátrico en las afueras de la ciudad en el que se encuentra actualmente.
 
La justicia debió intervenir en el tratamiento de desintoxicación del ex jugador porque sus padres, hermanos e hijas -representadas por la madre- lo trasladaron al neuropsiátrico sin su anuencia debido a que el ex astro del fútbol no estaba en condiciones mentales de elegir dónde ir.
 
Finalmente, el lunes el juez a cargo del proceso le permitió a Maradona dejar el país para internarse en un centro de salud cubano.
 
Pero las personas vinculadas al proceso judicial tienen cinco días hábiles para notificar al tribunal su consentimiento u oposición al traslado de Maradona, algo que aún no ocurrió. Transcurrido ese lapso sin objeciones de la familia, el ex astro podría viajar.
 
Distintos especialistas vinculados al tratamiento de Maradona dijeron que la segunda fase de la desintoxicación debe proseguir en otro centro asistencial y fue elegida la clínica Censam de la Habana, donde se trata a los pacientes bajo un riguroso sistema de aislamiento.
 
En su más reciente aparición pública en una entrevista televisada por Canal 9 de Buenos Aires, "el diez", de 43 años, apareció obeso aunque lúcido, a diferencia de otras ocasiones en donde exhibió problemas para razonar con claridad.
 
Antes de caer en laberinto de decadencia en el que está sumido desde hace años por su dependencia de la cocaína, Maradona brilló como futbolista guiando a la selección de su país a obtener el campeonato mundial en México 1986. También obtuvo títulos con Boca Juniors de Argentina y Napoli de Italia.
 
Considerado por la FIFA como el mejor jugador de todos los tiempos, su figura fue admirada en todo el mundo, especialmente en regiones donde además de admirar su talento, se identificaban con su origen humilde.