Medios de comunicación denunciaron censura y presiones del Gobierno ruso.

La televisión rusa NTV emitió anoche un video de un minuto y medio, que muestra el primer día del secuestro dentro del gimnasio de la escuela de Beslán, donde la toma de rehenes por un comando presuntamente checheno y el posterior asalto ruso dejaron al menos 338 muertos, además de 31 terroristas.

El video fue al parecer grabado por uno de los secuestradores. La cámara se mueve mucho y da la impresión de que se quería ante todo filmar los explosivos.

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En la película se ve a varios enmascarados, algunos rehenes sentados con las manos sobre la cabeza, y muchas bombas unidas por cables, así como un lanzacohetes.

Además, en el marco de una puerta, aparece una mujer, con la cara cubierta por un velo y vestida de negro. Tanto rehenes como secuestradores parecen tranquilos.

NTV no explicó cómo había conseguido la grabación.

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Censura de prensa
La emisión del video se produjo en momentos en que los medios de comunicación rusos son duramente cuestionados por actuar bajo directrices de cobertura selectiva aprobadas por el Kremlin.

El Estado controla directa o  indirectamente las cadenas de televisión desde que hace dos años el presidente ruso Vladimir Putin las acusó de abusar de la libertad de prensa al cubrir la toma del teatro de Moscú, donde murieron 129 rehenes retenidos por un grupo de chechenos, cuando la policía ingresó al edificio.

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Actualmente se exige que ninguna información que despierte emociones debe hacerse pública, “para evitar que se ayude a los perpetradores”.

En la cobertura de Beslán los periodistas fueron “forzados a dimitir, detenidos y posiblemente intoxicados” denunció ayer en Viena el Instituto de Prensa Internacional (IPI).

Raf Shakirov, editor en jefe de Izvestia, fue obligado a renunciar luego de que los accionistas leales al Kremlin decidieron que la edición del sábado “fue muy emotiva” al describir la incursión de la escuela de Beslán.

Dos periodistas opositores, Anna Politkovskaya y Andrei Babitsky, nunca llegaron a Beslán. Politkovskaya del Novaya Gazeta fue hospitalizada por envenenamiento tras tomar una taza de té en el aeropuerto, mientras que Babitsky fue apresado por lal policía rusa tras una pelea entre extraños en la que no intervino.

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Un equipo de la televisión Rustavi-2 de Georgia, fue detenido en Beslán luego de que informaron una versión de la incursión en la escuela, diferente de la del Kremlin.

IPI también denunció la detención del responsable de la oficina de la cadena árabe Al Arabiya en Moscú, Amro Abdel Hamid, cuando volvía de informar de Beslán.

Tras el asalto a la escuela los canales rusos se mantuvieron en silencio por una hora pese a que cadenas internacionales mostraron imágenes de niños ensangrentados escapando entre explosiones, y luego cumplieron estrictamente la línea oficial, editando críticas a Putin pese a los cuestionamientos generalizados de los moradores de Beslán.

VOCES EN EE.UU.

DISCREPANCIAS
El Pentágono y el Departamento de Estado de EE.UU., que ya discreparon sobre la guerra en Iraq, expresaron ayer actitudes distintas tras el ataque terrorista en la escuela rusa.

DONALD RUMSFELD
El secretario de Defensa, de EE.UU., Donald Rumsfeld, aseguró que el asalto “es una muestra más de que el terrorismo es una amenaza global” y prometió “que no se va a dejar pasar ni una en la guerra contra esa lacra”.

COLIN POWELL
El secretario de Estado, Colin Powell, condenó el ataque, pero indicó que la postura oficial de Washington sigue siendo que “debe haber un acuerdo político” sobre el futuro de Chechenia.

BUSH Y LA CAMPAÑA
El presidente de EE.UU., George W. Bush,  quien usa como su principal tema de campaña presidencial la necesidad de fortalecer la lucha  antiterrorista, apoyó a su homólogo ruso, Vladimir Putin, cuando este acusó al terrorismo internacional y no se sumó al pedido de explicaciones al mandatario ruso sobre la gestión de la crisis.