Aún se desconocen con exactitud cuáles fueron los motivos y la identidad de los secuestradores.

La forma en que el Kremlin manejó la crisis de los rehenes en una escuela de Beslán, Osetia del Norte, que terminó con la muerte de al menos 358 personas, suscitó ayer críticas de diversos sectores y la ira se ha dirigido contra el presidente ruso Vladimir Putin y sus servicios de seguridad.

Además persisten dudas sobre la identidad y los motivos de los secuestradores, así como en la causa del tiroteo que originó la tragedia.

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Putin, un ex espía de la KGB (ex servicio secreto soviético) llegó al poder hace cuatro años prometiendo acabar con el separatismo y construir un estado fuerte. En las últimas semanas, dos aviones estallaron en el aire y un atacante suicida mató a nueve peatones tras estallar una bomba en una estación del metro de Moscú.

Origen del asalto
El ex presidente de la República rusa de Ingushetia, Ruslán Aushev, que actuó como mediador en la crisis afirmó ayer que disparos de civiles armados provocaron el asalto al colegio por las fuerzas rusas, mientras se realizaban las negociaciones.

En una entrevista al diario Novaya Gazeta, Aushev detalló que cuando se escuchó una explosión y los niños comenzaron a escapar, se llamó a los secuestradores para pedirles que cesaran los disparos, pero estos respondieron:
“Nosotros  cesamos de disparar, son ustedes los que disparan”.

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“Había una tercera fuerza, unas milicias populares que decidieron liberar por sí mismas a los rehenes”, indicó Aushev, refiriéndose a grupos informales de civiles armados, que subsisten en Osetia del Norte desde 1992, cuando esta república y Ingushetia se enfrentaron en una guerra.

Según Aushev, fue allí cuando los secuestradores activaron más explosivos, pensando que se había lanzado el asalto.
“Todo fracasó por los disparos de esos civiles estúpidos”,  concluyó.

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Los autores
La versión oficial rusa, dada por la fiscalía general dice que los secuestradores son un grupo multinacional, financiado por la red Al Qaeda y vinculado a los comandantes chechenos rebeldes Shamil Basayev y Doku Umarov.

Se cree que es posible que Aslan Maskhadov, a quien los separatistas chechenos reconocen como su presidente, haya sido desplazado en su liderazgo por otros dirigentes más radicales como Basayev y Umarov.

La versión chechena -divulgada por Ahmed Zakayev, enviado en Europa de los rebeldes chechenos- es que los atacantes pueden haber sido rusos, ingushes, osetios, pero no chechenos.

“La versión oficial de que el terrorismo internacional está detrás de la tragedia de Beslán es un truco diseñado para desviar la responsabilidad del Kremlin”, señaló el político liberal Boris Nemtsov.

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En una entrevista al diario español El Mundo, el filólogo checheno Visami Tutuyev, director del Centro Kavkaz (Centro Cáucaso), un sitio de “noticias, hechos y análisis” en ruso, inglés y turco, asegura que “lo que pasó en Beslán se debe a la política aventurera y violenta de Rusia en el Cáucaso” y que “toda la responsabilidad de la muerte de los niños recae sobre la parte rusa”.

Además, Tutuyev precisa que entre los autores no había chechenos, pero sí islamitas osetios y rusos.

No solo es la identidad de los atacantes la que permanece poco clara. Tampoco lo son sus demandas.

Inicialmente se informó que pedían la liberación de los arrestados en Ingushetia en conexión con un atentado ocurrido en junio pasado. Después se dijo que pidieron el retiro de las tropas rusas de Chechenia.

Mientras la oposición nacionalista pidió ayer la destitución en pleno del Gobierno ruso por “negligencia” en el manejo de la crisis.

La prensa rusa acusaba ayer al gobierno de no haber enviado a los negociadores  apropiados a Beslán y cuestionan que se pueda reformar la corrupción en los cuerpos de seguridad del país, mientras el Canal 1 de la televisión rusa difundió anoche imágenes de un detenido sospechoso.