Las características geográficas de Manabí en una extensión de 70 km son aprovechadas por los coyotes.

En lo que va del año, 10 de las 16 embarcaciones cargadas de migrantes que intentaron salir del país y seguir la aventura hacia Estados Unidos partieron desde la costa de Manabí.

Saúl Subía, jefe de la Policía de Migración de Manabí, refirió que la geografía de la costa manabita está marcada por numerosas entrantes y salientes, algunas “tan pequeñas pero suficientes” para el ingreso de lanchas o pangas.

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Esos lugares, que según Subía son entre  20 y 30 puntos de salida, son aprovechados por los coyotes para trasladar a los indocumentados hasta alta mar, en donde se encuentra el barco pesquero.

La nave El Poder de Dios con 101 ecuatorianos, que fue interceptada a 320 millas de la costa de Manta, es el último caso registrado el pasado 28 de agosto cuando arribó al puerto de Manta.

El barco pesquero Vanny Mirelly con 107 migrantes, capturado en enero; Johanna con 115 en el mismo mes; Marilin Margarita con 147 en marzo y Doffy con 128 en mayo, son los grupos más numerosos registrados.

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Diego Armando, Éxito y Doffy, son otros de los barcos pesqueros interceptados y que son investigados en la Fiscalía de Manabí, sostuvo el fiscal Manuel Palomeque.

Según la Jefatura de Migración de Manabí, 1.007 migrantes, entre ellos mujeres y menores de edad, retornaron al país por el puerto de Manta tras ser detenidos en el mar.

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Sin embargo, entre enero y agosto de este año, 724 personas fueron detendidas en las costas de Guatemala, cuyo lugar de partida se desconoce.

Cómo operan
Según las investigaciones de la Policía de Migración, a través de las versiones que rinden los migrantes antes de ser liberados y de la Capitanía de Puerto de Manta, los denominados coyotes operan, en particular, en una extensión de 70 km a lo largo de la costa, comprendida entre los cantones San Vicente y Pedernales.

Según las versiones de frustrados migrantes, entre Punta Jama y Pedernales hay 35 km, con playas pequeñas y la carretera está a solo 20 metros, donde llegan buses llenos de gente, en la madrugada, para embarcarlos en las lanchas.

La zona está habitada por pequeños poblados de pescadores, “con no más de veinte viviendas”.

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Algunos nativos son contratados para pasar a los migrantes hasta los buques en el mar, en pangas o fibras de vidrio.

“Con eso se ganan un dinero extra porque dicen que la pesca no les resulta rentable”, dijo Sonia Barcia, fiscal de Manabí, quien lleva la investigación de cuatro casos de tripulantes detenidos en las embarcaciones. La fiscal Barcia, añadió que mediante contratos de arriendo ficticios los coyotes alquilan o compran a los pescadores por 30 y 40 mil dólares las embarcaciones para el viaje, que dura entre 8 y 16 días.