Programa Nuestros Niños cuesta 50 millones de dólares: 45 de un crédito del BID y 5 del régimen.

La nómina de 102 organizaciones que ejecuta el Programa Nuestros Niños (PNN) del Ministerio de Bienestar Social es tan heterogénea que incluye a 19 municipios, a dos consejos provinciales, a entidades bancarias y a fundaciones de grupos empresariales como el Consorcio Nobis, representado por Isabel Noboa Pontón.

Entre los municipios constan la Municipalidad de Guayaquil, con una cobertura de 2.760 niños; así como la de Loja, que acoge a 6.660 menores en una de las cuatro modalidades de trabajo establecidas por el programa. El Consejo Provincial de Pichincha también es una de las unidades ejecutoras del PNN.

Publicidad

El resto lo componen fundaciones, juntas parroquiales, asociaciones barriales y comunidades.

A nombre de las 102 organizaciones, los principales dirigentes manifestaron con protestas y manifestaciones, en las últimas tres semanas, su rechazo a la intención del ministro de esa Cartera de Estado, Antonio Vargas, de impedir la transferencia de 10 millones del Programa Operación Rescate Infantil (ORI) para la conformación del Fondo de Desarrollo de la Infancia (FODI), que absorberá los recursos de todos los programas de atención a la infancia de ese Ministerio, para crear una sola entidad que dirija todas las acciones bajo un solo modelo de gestión.

La creación del FODI es uno de los requisitos que el Gobierno debe cumplir para que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) desembolse la segunda parte de un préstamo de 200 millones otorgado a fines del 2002 a Ecuador, para los programas sociales del Estado.

Publicidad

El PNN se financia con 45 millones de ese préstamo, más una contraparte local de 5 millones.

Otra exigencia del BID es que el FODI asuma el modelo con el que trabaja Nuestros Niños: con cuatro modalidades de atención a la infancia, y un sistema de selección de las unidades ejecutoras a través de subastas.

Publicidad

Édgar Andrade, representante de las organizaciones ejecutoras de la Costa, explicó que la variedad de actores en la red de cuidado de niños de 0 a 5 años se logró precisamente mediante el sistema de subastas.

En 1999 y en el 2002, el programa convocó a las organizaciones a subastas, para seleccionar, bajo estándares establecidos por el BID, a las organizaciones que mejor podrían utilizar los dineros.

A cada organización el PNN entrega de 54 centavos a 1,9 dólares por niño, por cada día de atención, dependiendo de la modalidad.

Una de las ejecutoras, la Fundación Mariana de Jesús, de la Orden jesuita, mantiene tres centros de cuidado diario integral en el centro y sur de Quito. En el barrio de San Roque, en el centro, atiende a 65 niños hijos de campesinos migrantes de Chimborazo.

Publicidad

José Gonzalo Bonilla, director del PNN, asegura que los sistemas de control son estrictos, con visitas periódicas y de un sistema de justificación de gastos validado por los padres de familia cuyos hijos recibieron la atención.

Sin embargo, Bolívar González, subsecretario de Fortalecimiento Institucional del Ministerio de Bienestar Social, ha calificado al PNN como un monopolio que no ha demostrado eficiencia.

Un informe de la Contraloría sobre la gestión de 1999 al 2001, indica que el desempeño del Programa no fue satisfactorio, debido al incumplimiento de las metas.

Bonilla afirma que el informe no se refiere a su gestión, iniciada en el 2003, y que hasta el momento, en lo que va del año, el 80% del presupuesto ha sido ejecutado.