El servicio secreto ruso afirmó que entre los secuestradores se encontraban diez árabes.

La mayoría de las víctimas se produjo cuando el techo de un gimnasio cayó por explosiones.

El secuestro de 1.200 rehenes en una escuela rusa de la ciudad de Beslán, Osetia del Norte, culminó ayer en una masacre que dejó al menos 330 muertos (hasta ayer se contaron 250), según el Ministerio de Salud de Osetia del Norte, citado por la agencia rusa Interfax.

Hasta ayer se había identificado a 79 víctimas, entre ellos doce niños. Los combates continuaron hasta anoche (mediodía de Ecuador), informó el jefe del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antes KGB) para la república de Osetia del Norte, Valeri Andreyev, pero terminaron cuando tres secuestradores que estaban atrincherados en el sótano de la escuela con rehenes, fueron “eliminados”, según la primera cadena de televisión rusa.

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Un último balance oficial señala que 556 heridos están hospitalizados, entre ellos 332 pequeños, pero la agencia Itar-Tass informó de 704, de los cuales 259 son niños.

Se desconoce si el balance de fallecidos incluye a los integrantes del comando, pues en los tiroteos con las fuerzas de seguridad murieron 27 terroristas, la mitad de ellos de países árabes según Andreyev y los demás oriundos de repúblicas del Cáucaso.

Ajmed Zakayev, vocero del líder independentista checheno Aslan Masjadov, aseguró ayer a la  televisión británica Channel 4, que los secuestradores “no eran chechenos”.

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Pero fuentes del FSB afirmaron que el ataque lo ideó el jefe guerrillero checheno, Shamil Basayev, y que fue financiado por Abú Omar As Seif, ideólogo del wahabismo (corriente radical del Islam) y ligado a la red Al Qaeda.

Andreyev admitió que hubo bajas en las fuerzas de asalto, que incluso utilizaron tanques. Al menos uno de ellos murió al salvar a dos niños.

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Fuerzas de seguridad capturaron a tres terroristas, informó el portavoz de Osetia del Norte, Lev Dzugáyev.

En la escuela, tomada el miércoles por el grupo terrorista, había 1.200 personas y no 354 como se dijo con anterioridad, indicó el delegado del Kremlin para Chechenia, Aslanbek Aslájanov, quien agregó que el 70% son niños.

Militares rusos señalaron que el grupo terrorista tenía 30 integrantes que al iniciarse los combates se dividieron en tres: uno que se quedó en la escuela, cubriendo la salida de otro, el más grande huyó disparando y un tercer grupo se dispersó entre la multitud, haciéndose pasar por civil.

La mayor parte de los muertos se produjo en el gimnasio de la escuela, donde el techo se derrumbó por explosiones cuyo origen aún se discute.

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El trágico balance revivió el asalto de las fuerzas de seguridad rusas en octubre del 2002 para acabar con la toma de rehenes del teatro Dubrovka de Moscú, en el que fallecieron los secuestradores chechenos y decenas de rehenes.

Caos en evacuación
Toda la operación de rescate dio lugar a verdaderas escenas de caos con soldados evacuando a niños heridos y en ropa interior, ensangrentados, que corrían por las calles llorando e incapaces de hablar.

Los pequeños se precipitaban sobre las botellas de agua que les tendían los soldados tras las terroríficas horas que pasaron, privados de agua y comida, en un gimnasio donde el calor era intenso. Un niño confesó que tenía tanta sed que se bebió su propia orina.

Después de más de 48 horas de insoportable espera para los familiares, los acontecimientos se aceleraron trágicamente a las 13h00 (04h00 de Ecuador) cuando las fuerzas especiales irrumpieron en el colegio, mientras un grupo de rehenes y de terroristas salían del edificio, por separado.

El primero en ser evacuado del colegio fue un niño rubio de unos 6 años. Poco después, unos 20 menores, de entre 8 y 15 años, se escaparon, protegidos por miembros armados de las fuerzas especiales.

A medida que las fuerzas avanzaban, los civiles, algunos de ellos armados, los seguían y regresaban de los patios del centro escolar con rehenes  heridos. Las ambulancias evacuaban a las víctimas en medio de un caos absoluto.

Los equipos de socorro del Ministerio de Emergencias llegaron para relevar a los civiles y sacar a los heridos. Y hacia las 15h00 (06h00 de Ecuador) comenzaron a salir los niños heridos gravemente, que gritaban de dolor. Más de una hora después de que se produjeran las primeras explosiones, los hombres de las fuerzas especiales anunciaron a gritos: “¡El gimnasio es nuestro!”.

El presidente, Vladimir Putin, afirmó la madrugada de hoy, al llegar a Beslán, que el objetivo de los terroristas era “sembrar odio interétnico y hacer explotar el Cáucaso Norte” de Rusia.

Indicó que el Kremlin y sus servicios de seguridad “no planeaban una acción de fuerza. La situación cambió de forma muy rápida y brusca, pero los agentes de los servicios secretos actuaron con especial valentía, aunque, lamentablemente, tuvieron grandes bajas”, dijo sin precisar cifras.

REACCIONES

ONU

El secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, reiteró ayer su condena a todos los actos terroristas, tras mostrarse horrorizado por el desarrollo trágico de los acontecimientos en la escuela rusa de Beslán.

UNICEF

La directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Carol Bellamy, afirmó que usar niños como rehenes y negarles alimentos y agua durante tres días aterradores representa un nuevo nivel de bajeza.

EL PAPA

Juan Pablo II expresó su gran dolor por la pérdida de vidas humanas y el sufrimiento infringido a tantas familias envueltas en un acto de terrorismo.

EE.UU.
La sangrienta toma de rehenes en la escuela de Beslán es un bárbaro acto de terrorismo y una tragedia cuya  responsabilidad se vuelve claramente a los terroristas, dijo el  departamento de Estado de Estados Unidos.

UNIÓN EUROPEA

El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, dijo que la matanza de gente inocente es un acto diabólico, despreciable y de barbarismo. El hecho de que muchos sean niños asesinados a sangre fría es sencillamente horrible.

ITALIA

El primer ministro Silvio Berlusconi, deploró la matanza en la escuela de Beslán y pidió una movilización internacional para combatir “la lacra del terrorismo”.

OTROS
PAÍSES
El Gobierno venezolano repudió los actos terroristas, cualquiera que sea su motivación, y rechazó que en nombre de cualquier ideología se atente contra la vida e integridad de seres humanos.

También se manifestaron entre otros países: Egipto, Israel, Grecia, Italia, España, Irlanda, Perú y Francia.