El papa Juan Pablo II ha seguido con tristeza los acontecimientos de la escuela de Belsan, en la república rusa de Osetia del Norte, y rezó por las víctimas inocentes de la tragedia, informó el portavoz vaticano, Joaquín Navarro.

El pasado miércoles, el Pontífice hizo un nuevo llamamiento contra la violencia terrorista y por la liberación de todos los rehenes.