Flacso abrió un nuevo espacio de reflexión en el seminario ‘Enfoques subregionales de la seguridad hemisférica’, y dio continuidad a la discusión de varios temas relacionados con la actualización del sistema de seguridad interamericano, según fue la recomendación de la OEA, en la Declaración de la Seguridad de las Américas.

A partir de un análisis de la situación de la seguridad en el continente, de las implicaciones de la globalización y de la “unimultipolaridad” que ha transformado a la diplomacia, la política exterior y las relaciones internacionales, se obtuvo un estudio descriptivo de los nuevos escenarios de seguridad subregionales.

Se describió la influencia de la interdependencia, la presencia de nuevos actores y de la transnacionalización de la violencia, para la creación de un espacio significativo de importantes desafíos con un impacto y percepción especial en cada subregión, pero que establecen una conexión entre la seguridad, la defensa, la gobernabilidad y el desarrollo.

Para América Latina y el Caribe resulta prioritario la resolución de los problemas socioeconómicos y la inequidad, para lograr la estabilidad, consolidar a la democracia y reduciendo la ingobernabilidad legitimar los sistemas políticos.

Los desafíos tradicionales, interestatales que no desaparecen y que afectan a la estabilidad vecinal, requieren de una institucionalización de las medidas de confianza mutua, la creación de mecanismos de alerta temprana y el fortalecimiento de las instancias multilaterales de diálogo, como lo es la Conferencia de Ministros de Defensa, para lograr el salto cualitativo en la nueva concepción de la seguridad.

En la América Latina y el Caribe las amenazas que se tienen como ejes transversales, además de la pobreza, son el narcotráfico, el terrorismo, el crimen organizado, que han generado un debate acerca de los roles de las Fuerzas Armadas para acrecentar a sus misiones tradicionales las relacionadas con la seguridad de las fronteras, la cooperación y coordinación de sus tareas con los países vecinos, en función de la legislación de cada país y de los convenios internacionales.

América Latina, región marginal en la evaluación geoestratégica de la superpotencia, es una zona desnuclearizada, con los menores índices mundiales en gastos de defensa y, con un bajo nivel de conflictividad interestatal, tiene oportunidad de contemplar tres tipos de escenarios: uno conflictivo, catalogado como hobbesiano regresivo, con graves problemas de gobernabilidad y difícil inserción en el sistema internacional y atado a opciones nacionalistas y conflictos tradicionales.

Un segundo escenario de statu quo, sin manifestaciones de cooperación sustantiva, pero en igual medida sin mayor conflictividad; y un tercer escenario de interdependencia cooperativa, que representa la visión kantiana de la paz democrática y del desarrollo, por lo que el verdadero desafío en el mediano y largo plazo representa la consolidación de la democracia y la gobernabilidad.

Con el horizonte probable, se pudieron advertir los avances, iniciativas y respuestas que han dado las subregiones a sus diferentes amenazas, situaciones de riesgo y otras preocupaciones relacionadas con la seguridad interna, del Estado e internacional; experiencias que fueron intercambiadas y que sirven de estímulo para lograr nuevos consensos y desarrollar la institucionalidad que la seguridad hemisférica requiere como respuesta a la nuevas demandas de seguridad en el continente.