Tras ocupar páginas y páginas en los diarios, “el culebrón” en torno a Kobe Bryant, el jugador de la NBA acusado de abusar sexualmente de una mujer, concluyó de un plumazo, al retirar la fiscalía los cargos contra el deportista.

El motivo para retirar las acusaciones, señaló el fiscal del distrito Mark Hurlbert, es que la presunta víctima no desea declarar en el juicio.

El abogado de la mujer, John Clune, sostuvo que los últimos 14 meses habían sido difíciles para ella, en parte por una serie de errores del juzgado, que difundió indebidamente su nombre e historial médico. El juicio civil (procedimiento legal separado) seguirá, según indicó el jurista de la acusación, Lin Wood.

Publicidad

Bryant, de 26 años, casado y padre de una niña, había reconocido que tuvo relaciones sexuales con la presunta víctima a mediados del año pasado en un hotel cerca de Vail, en las montañas de Colorado pero, de acuerdo con su versión, las relaciones entre ambos fueron consensuadas y no forzadas.

La mujer, que ahora tiene 20 años, reconoció que acudió a la habitación del jugador voluntariamente y que se besaron. Pero también asegura que luego él comenzó a comportarse de forma violenta y allí abusó de ella.

El proceso se enmarañó en los últimos días, cuando comenzó a rumorearse que los fiscales planeaban retirar la acusación contra el jugador de Los Ángeles Lakers.

Publicidad

Los abogados que defienden a Bryant pidieron al juez esta semana que no considerase el cargo de asalto sexual ya que, según su argumento, la fiscalía no ha permitido el acceso a pruebas que dejarían ver la inocencia de Kobe.

Al margen de la maraña legal, el caso ha reabierto el debate sobre las agresiones sexuales a mujeres, la privacidad de las víctimas y el poder de la fama como arma para hacer frente a la justicia. Pero también ha traído elementos negativos, ya que ha reforzado la idea de que algunas mujeres mienten sobre haber sido violadas para obtener atención o compensaciones económicas.

Publicidad

El suceso también ha abierto otras vetas en la discusión sobre la privacidad ya que, a pesar de que las leyes de Colorado prohíben la difusión de la identidad de la joven, en internet se publicaron su nombre y todo tipo de datos de su vida.

Entre otras informaciones, se conoció que la joven había sufrido una sobredosis hace poco, cuando atravesaba una crisis emocional por la muerte de un amigo en un accidente. Otros aseguran que la joven solo quiere fama y dinero.

El jugador se enfrentaba (de ser culpable) a 4 años de prisión o 20 años de libertad condicional por agresión sexual.