Los pescadores artesanales de El Oro   luchan por una  zonificación que delimite su área de trabajo y  la de las empresas grandes.

Según  el presidente de la Unión del Sector Pesquero Artesanal, Dionisio Cruz,  hay desorden,  lo que ha provocado la depredación de  la pesca blanca en la costa.

El dirigente indicó que una de las consecuencias para que se produzca esto es la falta de control a los  barcos  bolicheros (de escala mediana)  que laboran  a menos de  las dos millas reglamentarias,  en el filo de la faja costera orense, “con lo que  se constituye en una injusta competencia para el gremio”.

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Cruz   hizo un pedido a la ministra de Comercio Exterior,  Ivonne Baki:  “Solicitamos   que incluya el tema de la zonificación en la reunión del  Consejo Nacional Pesquero, que será este 19,  porque la zona sur de la costa ya no resiste”, expresó.

Olga Correa, ama de casa y esposa de un pescador, decidió salir a las calles el martes pasado, y con  pancarta en mano  junto a unos 200 faenadores  más, reclamó porque la situación es insostenible. “Tengo cuatro hijos y no alcanza el  trabajo de mi marido. Sale a pescar y llega con saldo en contra, debiendo hasta la gasolina  y cuando hay ganancias no pasa de uno o dos dólares por salida”, dijo.

“Los bolicheros, que son naves de más alto calado y capacidad, en un día hacen  de dos a tres quintales.  La semana pasada cogieron 4.000 corvinas”, comentó  Juan Cortez, un pescador porteño. 

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Los  reclamantes están liderados por la Unidad del Sector Pesquero Artesanal de El Oro, que la integran 35 cooperativas de la costa orense, y el Frente de  Lucha de Pescadores Artesanales Independientes.

En un documento  los pescadores piden que se considere zona de pesca  industrial con preferencia  al  área entre la boya 1, la isla Santa Clara y el bajo de Coca Grey.

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Walter Amaya, administrador de tres bolicheros (Walter  Javier, Neptuno y Libertad), negó que incursionen a 200 metros de la  costa. “Nuestra faena la cumplimos mar afuera”, agregó.