Luego de trabajar en Ecuador como pastor de almas durante 12 años, es la voluntad de Dios que cuide otros rebaños en mi patria, Colombia.

Conozco que esta página de Opinión Pública es muy leída, y qué mejor para decir por esta un “adiós”, a todas mis amistades de este bello país, y en especial a todos quienes en la península de Santa Elena hicieron posible que deje, en la parroquia Ballenita, una semilla espiritual y una siembra en el corazón y la mente de muchos niños, adolescentes, jóvenes que desean ser los profesionales del tercer milenio.

Vine a servir en 1993, y me regreso con el corazón lleno de recuerdos, sentimientos y un gran amor por Ecuador. ¡Gracias! Siempre tendré a este país presente en mis oraciones.

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Padre Luis Humberto
Gómez Posada
Ballenita