La compañía brasileña encargada de la adecuación del puente Rafael Mendoza Avilés y la construcción del puente Carlos Pérez Perasso, ha esgrimido toda clase de excusas para demorar más de un año la ampliación de un pequeño carril central en la parte del puente Rafael Mendoza Avilés, que va de Guayaquil a La Puntilla, quedando pendiente el tramo La Puntilla-Durán.

Con relación a la construcción del puente Carlos Pérez Perasso, lleva un atraso cercano a 10 meses en la ejecución, y como si todo esto fuera poco, se mantienen paralizados los trabajos de ampliación de la avenida que va de La Puntilla hasta el kilómetro 5, causando un gran malestar a los usuarios de esta vía y de este puente que tiene característica de servicio nacional, pues une dos regiones importantes Costa y Sierra, Centro-Sur.

La seguridad jurídica es un camino de doble vía que significa que tanto el Estado como el contratista, tienen que cumplir los convenios suscritos.

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Posiblemente el Ministro de Obras Públicas por vivir a 500 kilómetros de Guayaquil, no está al tanto del perjuicio que se ocasiona a la ciudadanía de este sector de la patria.

Es necesario que los municipios de Guayaquil, Durán y Samborondón y las fuerzas vivas de estas ciudades, a través de una veeduría municipal, reclamen con altivez el cumplimiento cabal de los contratos.

Ab. Alberto Montalvo Landín
Guayaquil

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El puente de la Unidad Nacional saturado con un tráfico insoportable, que a veces se interrumpe creando embotellamientos de kilómetros de instancia, como siempre es motivo de polémica de instituciones.

Los directivos de la compañía Andrade Gutiérrez que están conminados a devolver $ 25 millones por trabajos realizados, reclaman las alícuotas correspondientes de acuerdo a contratos, para proseguir las obras de readecuación del puente, y afirman que los viaductos ubicados en La Puntilla pueden caerse si se produce un temblor de intensidad.

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El Ministerio de Obras Públicas, por su parte, indica que se están haciendo gestiones para conseguir el dinero que permita seguir con los trabajos del puente, pero al mismo tiempo anuncia el cobro inmediato de un pontazgo.

El Gobernador del Guayas sale al paso, y afirma que en el puente no pasa nada, que el Gobierno financia para que no se paralicen las obras; además que los viaductos de La Puntilla están en buen estado.

Los alcaldes de Guayaquil y Durán cuestionan el cobro del pontazgo dentro de los límites urbanos, lo que al parecer prevalecerá por su liderazgo político.

El Alcalde de Samborondón, que es el último en reaccionar, a través de una funcionaria municipal afirmó que efectivamente los viaductos de La Puntilla están en mal estado.

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Por último, el presidente de una organización de ciudadelas de Samborondón, ya aceptó una tasa determinada de pontazgo por la utilización del puente Carlos Pérez Perasso.

¿A quién creemos compatriotas?, si los representantes de nuestras instituciones tienen distintos y hasta contrarios puntos de vista en asuntos tan vitales como el único puente que comunica a Guayaquil con el resto del país.

Esperamos el paso de este periodo electoral y talvez tengamos un panorama más claro al respecto.

Jacinto Rodríguez
Guayaquil