Los nuevos vocales de la Comisión de Control Cívico de la Corrupción (CCCC) descartan la posibilidad de una politización del organismo y niegan supuestas vinculaciones con grupos políticos o económicos del país.

Frente a la preocupación que, desde varios sectores, se ha expresado sobre la conformación de la CCCC, sus nuevos integrantes, Piedad Gálvez, Rómulo López, Ramiro Borja y Borja y Hermuy Calle, defienden su designación y aseguran que su actuación será independiente.

Gálvez, delegada por las organizaciones de mujeres, afirmó que las dudas que existen por su supuesta vinculación con el Partido Social Cristiano (PSC) y por su cercanía con la fiscal de la Nación, Mariana Yépez, “no tiene razón de ser y solo responden a intereses particulares”.

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Aseguró no tener afinidad con ningún movimiento político y reconoció que antes estuvo afiliada al Partido Conservador y que su labor en la CCCC tendrá énfasis en los programas de prevención de la corrupción.

“Las cosas que se han hecho en la Comisión han sido en su mayoría correctas y no politizadas. Eso no tiene por qué cambiar, salvo el hecho de que a veces sus miembros se han enredado en sentimientos de antipatía personal como con la Fiscal”, dijo.

López, representante por las universidades y escuelas politécnicas, cree que la politización de la CCCC no es una cosa nueva y asegura que, en ese organismo, “varias veces se presentó un criterio politizado, especialmente de parte de los ex vocales que no fueron reelegidos”.

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En ese contexto, López (quien fue diputado socialcristiano y cónsul en Hong Kong en el gobierno de León Febres-Cordero), considera que la CCCC debe dar un giro a sus actuaciones para lograr un mayor equilibrio en sus pronunciamientos.
López es rector de la Universidad Jefferson de Guayaquil y afirma no tener ninguna vinculación con el Gobierno. Esto pese a que en febrero último fue nombrado delegado del Ejecutivo ante el Consejo de Educación Superior.

“Fui nombrado por una vieja amistad con el ministro de Educación, Roberto Passailaigue, pero me excusé y no ejercí ese cargo”, señaló.

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Borja y Borja, representante de los medios de comunicación, también rechazó los cuestionamientos a su designación e indicó que le molesta que lo traten de ubicar como un vocal afín a los partidos o sectores de derecha o de izquierda. Además, criticó las versiones que hablan de que su presencia en la CCCC puede generar un conflicto de intereses por el hecho de que su hijo, José María Borja, es el procurador.

“Deben juzgar mis actuaciones anteriores y transparentes en otros cargos y no hablar sobre especulaciones”, argumentó Borja.

Según Calle, quien fue elegido por los sindicatos y organizaciones sociales, tampoco se justifican los criterios anticipados en torno a la integración de la CCCC.

“Esto es adelantarse a los acontecimientos y no se puede hablar de politización sin siquiera conocer las actuaciones de los vocales; hay que esperar y juzgar sobre hechos y actuaciones reales”, indicó.

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RETOS
PROCESOS
Jorge Rodríguez, vocal saliente de la CCCC, afirmó que los nuevos integrantes tienen como reto vigilar los procesos denunciados en torno al área aduanera, al sistema financiero y a la implementación del programa Contratanet.

ADUANAS
Respecto a las aduanas, señaló que la CCCC debe volver a armar un equipo de técnicos que se dediquen a investigar los casos de corrupción que existen en el sector.

CONTRATACIONES
Es imperante, dijo, que la CCCC haga cumplir al Gobierno su compromiso de transparentar las contrataciones del Estado.

DENUNCIAS
Rodríguez recordó que la mayoría de denuncias presentadas ante la CCCC tiene relación con casos de corrupción en la Función Judicial y por eso que considera que se debe reforzar el trabajo conjunto con las autoridades de ese sector.

JUECES
Los nuevos miembros, sostuvo, deben vigilar las actuaciones de los jueces que tramitan los procesos instaurados por el cierre y la quiebra de las instituciones bancarias.