El ex presidente y actual diputado socialcristiano León Febres-Cordero dijo ayer que Gildegard y Carla Cerón, acusadas de peculado en la contratación de mantenimiento de carros de Pacifictel, están escondidas en la Base del Ejército, acantonada en Salinas.

Gildegard y Carla Cerón, quienes tienen órdenes de prisión preventiva, son, respectivamente, esposa y cuñada del ex diputado y candidato a la Prefectura del Guayas por Sociedad Patriótica (SP), Renán Borbúa.

Febres-Cordero también defendió a su yerno, Miguel Orellana, propietario de la empresa Publivía, al decir que: “De la información que he recibido, 40 o 50 empresas de publicidad  tienen vallas sin medidores. Y tengo entendido que eso está de acuerdo con la ley”.

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Borbúa anunció que esta semana presentará a la Comisión de Control Cívico de la Corrupción la denuncia sobre el supuesto robo de energía de las vallas publicitarias de Publivía. Borbúa señaló la semana pasada que Orellana tiene conexiones ilegales en sus vallas y que, por tanto, no paga el consumo real. Orellana, en cambio, aseguró que mantiene un convenio de tarifa fija con la ex Emelec (hoy Categ).

“Algunos fiscales y jueces se hacen los sordos y hasta los mudos porque no acogieron mi denuncia”, expresó.

El nuevo presidente de la Categ, Donald Castillo, recalcó ayer que hoy recibirá un informe del área comercial sobre ese tema, “y entonces ahí tomaremos decisiones”.

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Borbúa manifestó ser un “perseguido político” de Febres-Cordero, a quien acusó de fraguar la acusación de peculado contra Gildegard y Carla Cerón.

Mediante un comunicado de prensa, el presidente ejecutivo de Pacifictel, Alberto Pérez Llona, informó ayer que Cerón nunca fue empleada de esa institución.

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Agregó que los pagos a los talleres GCD (supuestamente de Cerón) se efectuaron desde julio del 2003.