El cáncer puede realmente destruir la vida de una persona, incluso años después de haber sobrevivido a la enfermedad, dijeron el martes investigadores estadounidenses.
 
Los sobrevivientes al cáncer tienen una salud deficiente, pierden más días de trabajo y, en general, viven una vida de calidad inferior a la de personas que nunca han padecido esta enfermedad, según un estudio publicado en la revista del Instituto Nacional de Cáncer.
 
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), con sede en Atlanta, estiman que en Estados Unidos hay alrededor de 9,8 millones de personas que tienen cáncer o han sobrevivido a la enfermedad.
 
Un 64 por ciento de los adultos y un 79 por ciento de los niños sobreviven al cáncer en la actualidad durante al menos cinco años después del diagnóstico, según los CDC.
 
Estos pacientes no han sido muy estudiados, pero varios informes han indicado la necesidad de una mejor coordinación en el cuidado de los sobrevivientes al cáncer, en especial los niños.
 
Según los investigadores, los fuertes tratamientos contra el cáncer, incluida la cirugía, la quimioterapia y las radiaciones, pueden tener efectos a largo plazo sobre la salud de los pacientes.
 
Robin Yabroff, del Instituto Nacional del Cáncer, y sus colegas de la Agencia para la Investigación y Calidad de la Atención Médica, estudiaron las respuestas a un cuestionario de 1.800 sobrevivientes del cáncer y de 5.500 personas que nunca habían padecido la enfermedad. Se agrupó a los participantes por edades, sexo y nivel escolar similares.
 
Los investigadores hallaron que el 31 por ciento de los sobrevivientes al cáncer informaron que su estado de salud era deficiente, comparado con el 18 por ciento de las personas que nunca desarrollaron la enfermedad.
 
Sólo el 13 por ciento de los sobrevivientes al cáncer dijo que su salud era "excelente", comparado con el 21,9 por ciento de los que no experimentaron la enfermedad.
 
Un porcentaje similar dijo que su salud era "buena": el 33 por ciento de los sobrevivientes al cáncer y el 29 por ciento de los que no desarrollaron la enfermedad.
 
"Los sobrevivientes fueron más proclives a haber pasado 10 días o más en cama en los últimos 12 meses, en comparación con los participantes del grupo de control (14 por ciento contra el 7,7 por ciento)", escribieron los investigadores.
 
"Los sobrevivientes al cáncer también fueron más propensos que los del grupo de control (individuos sanos) a reportar limitaciones debido a la artritis y al reuma, a problemas en la espalda o el cuello, a fracturas, lesiones óseas o en las coyunturas, a hipertensión arterial, o trastornos respiratorios", añadieron.
 
Sin embargo, los sobrevivientes al cáncer no fueron más proclives a padecer trastornos cardíacos, accidentes cerebrovasculares, depresión, diabetes, ansiedad u otros problemas emocionales, reveló el estudio.
 
El estudio incluyó a varios tipos de pacientes, incluido un 16 por ciento de personas que habían sido diagnosticadas de cáncer hacía un año, 19 por ciento recibió el diagnóstico entre seis y 10 años atrás, mientras que el 27 por ciento había sobrevivido al cáncer por 11 años o más.