La obra ‘La secreta obscenidad de cada día’ se presentará en Sarao, en el Festival de Artes Escénicas, que se realizará del 17 al 25 de septiembre.
Lo que ellos buscan es una nueva experiencia artística. Lo que el público recibirá es un engranaje de teatro, comedia, drama, denuncia, música, improvisación y clown. Cuando se lean los nombres de quienes pondrán en el escenario La secreta obscenidad de cada día, las expectativas quedarán marcadas inevitablemente.
Los actores son Lucho Mueckay y David Reinoso. El primero es todo un emblema del teatro y danza contemporánea del país, y director del Centro Cultural Sarao; el segundo, un ícono del humor de la televisión nacional, el hombre que representa caricaturescamente a algunos de los personajes claves de nuestro entorno.
Cuenta Reinoso que la idea de trabajar juntos viene arrastrándose desde hace casi cinco años. Mueckay lo afirma y explica que a inicios de este año se le ocurrió que era el tiempo de concretar este proyecto. Los actores se sentaron a leer textos durante algunas semanas, hasta que revisaron esta pieza del chileno Marco Antonio De la Parra, y descubrieron que “esta era”, según las palabras coincidentes de ambos.
“Se parece mucho a nuestra realidad. Los personajes de la obra son gente que de repente ocultan sus miedos, sus paranoias personales, sus locuras. Lo que nos enganchó inmediatamente fue la fuerza de los diálogos. La obra es muy textual. También contribuyó muchísimo la posibilidad de hacer caracterizaciones múltiples dentro de la misma obra”, sintetiza Mueckay.
Reinoso, en cambio, comenta que son “dos exhibicionistas afuera de un colegio de niñas. A veces son Sigmund Freud y Carlos Marx. Pero también en otras ocasiones son un maestro de ceremonias y un payaso; un vendedor de DVD y un colero (que vende colas), son muchos personajes en dos, son muchas historias”.
Los artistas detallan que han respetado la estructura de la obra, pero que le han hecho adaptaciones inevitables, con referentes que son más cercanos a la realidad ecuatoriana. Le han compuesto, además, una canción que está siendo arreglada por los músicos Omar Domínguez y Nerio David, y cuya letra es parte de uno de los textos de la pieza.
Un punto en el que coinciden es que lo que representarán en esta ocasión es muy distinto a lo que han hecho otras veces. Mueckay cree que los actores siempre se renuevan, que en la renovación está la evolución y que esta obra les ha dado la oportunidad de aquello.
Lo que más le ha gustado del proceso de preparación a Mueckay es poder confluir su forma de expresión con la de Reinoso. Ambos dicen que se han alimentado del talento del otro y están contentos con los resultados.
“Hay ocasiones que nos hemos muerto de risa. Tenemos mucha química, los dos tenemos la misma capacidad de improvisación, y eso es gratificante porque permite que todo fluya”, refiere Reinoso. Y expresa que a él en particular la obra lo ha oxigenado, porque “no hay nada como la calidez de las tablas”.
La secreta obscenidad de cada día ha estado en espera de ser estrenada desde hace tiempo debido a las múltiples actividades paralelas de los dos actores. El Festival de Artes Escénicas permitirá al público apreciarla. El 16 de septiembre será la primera función de la pieza, en Manta; la segunda se presentará al día siguiente, en Portoviejo. El 24 la obra estará en Guayaquil, en Sarao (Calle Primera Oeste y Avenida del Periodista), y el 26, la pieza se ofrecerá en Quito. De allí el montaje se quedará en cartelera en Sarao, del 14 al 31 de octubre próximos.
Mueckay y Reinoso califican como una verdadera suerte esta experiencia, porque además de haberse enriquecido uno del otro, han fortalecido su amistad. También catalogan como una suerte el hecho de ser conocidos por tanta gente.
Al preguntarles si creen que sus nombres ayudarán a que la obra convoque a mucho público, responden que tienen la seguridad de que así será, pero recalcan que eso mismo los hace sentir altamente comprometidos con entregar un buen trabajo.