La plataforma política que aprobará hoy la Convención Republicana, aunque no es de cumplimiento obligatorio o vinculante, ha desatado una lucha entre moderados y conservadores sobre asuntos migratorios, el aborto y la unión de homosexuales.

Al igual que en las elecciones legislativas parciales de 1998, los republicanos afrontan el perenne dilema de cortejar el voto de los moderados -que suelen favorecer una agenda social más centrista-, sin enajenar a la base conservadora del partido.

El asunto de cómo atajar la inmigración ilegal en EE.UU., causa mucha discordia y se cree que el documento reflejará la oposición al plan de reforma migratoria del presidente estadounidense George W. Bush, presentado en enero pasado.

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El proyecto  incluye un programa de legalización temporal de ciertos inmigrantes indocumentados, que los conservadores creen es una “amnistía” inmerecida y los liberales consideran insuficiente para resolver a largo plazo  el problema de la inmigración ilegal.