La Convención Republicana que elegirá a George W. Bush como candidato a las elecciones del 2 de noviembre en EEUU se inició hoy con duras críticas al candidato presidencial demócrata, John Kerry, y constantes evocaciones al 11-S.
 
Los previstos ataques contra el senador por Massachusetts -que fue elegido el pasado mes de julio candidato del Partido Demócrata a la presidencia- los inició el presidente de la Cámara de Representantes de EEUU, Dennis Hastert, sobre el escenario instalado en el Madison Square Garden de Nueva York.
 
En medio de un ambiente de elevada exaltación patriótica y militar, con numerosos delegados portando pancartas en apoyo de las tropas estadounidenses en Irak e innumerables banderas tricolores, Hastert criticó la posición de Kerry respecto a la guerra en Irak.
 
"Primero votó a favor de la guerra y después lo hizo en contra", dijo Hastert, que comparó a Kerry con Bush, un líder fuerte que "sí tiene la visión apropiada para Estados Unidos".
 
Hastert añadió que Bush debe ser reelegido en noviembre porque comparte la visión de los presidentes Abraham Lincoln y Ronald Reagan de que la economía crece cuando el sector privado crece, "no cuando el gobierno crece. John Kerry no comparte esa visión. Está en el lado equivocado de los impuestos".
 
"Kerry es débil en la guerra y equivocado en los impuestos", concluyó Hastert.
 
Mientras que la Convención Demócrata celebrada en Boston a finales de julio ofreció una inusitada moderación por parte de los delegados en sus críticas a Bush y la administración republicana, los republicanos parecen haber adoptado una estrategia radicalmente distinta.
 
Muchos delegados republicanos lucen de forma claramente visibles tiritas adornadas con un corazón púrpura, una evidente parodia a las medallas "Purple Heart" (corazón púrpura) que Kerry obtuvo a finales de los años 1960 cuando sirvió en la guerra de Vietnam.
 
En la primera jornada, las 32 delegaciones programadas para votar su candidato a la presidencia eligieron, como estaba previsto, a viva voz a George W. Bush para la reelección.
 
Siguiendo las normas del partido, la lista se inició por orden alfabético -la primera delegación en expresarse fue la de Alabama- y terminó por hoy con Nueva Hampshire.
 
La primera jornada de la Convención, que terminará el próximo jueves con la nominación oficial de George W. Bush y Dick Cheney, incluyó homenajes a los dos ex presidentes republicanos todavía vivos.
 
El primero fue para el ex presidente George Bush y su esposa Barbara, padres del actual inquilino de la Casa Blanca, mientras que el segundo le correspondió a Gerald Ford, quien asumió el poder tras la dimisión de Richard Nixon en 1974, y que, con 91 años de edad, no asistió debido a su delicado estado de salud.
 
La sesión del lunes fue cerrada por dos de los hombres más admirados del Partido Republicano, el senador John McCain y el ex alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani.
 
El senador McCain -que en el 2000 disputó a Bush la candidatura republicana- defendió las políticas del presidente especialmente en referencia a la guerra en Irak y le agradeció "el haber hecho este mundo un lugar más seguro" con su lucha contra el terrorismo.
 
"Nuestra elección no era entre un status quo benigno y el derramamiento de sangre de una guerra. Era entre la guerra y una amenaza más seria. No permitáis que nadie diga lo contrario. Ni nuestros críticos en el extranjero ni nuestros oponentes políticos", dijo McCain.
 
El senador por Arizona, aprovechando la presencia del documentalista Michael Moore en el recinto, criticó al autor del documental "Farenheit 9/11", un alegato contra la administración republicana que se ha convertido en un éxito de taquilla.
 
La referencia de McCain motivó un estruendoso bullicio en el Madison Square Garden con abucheos al director y cánticos de "cuatro años más" que fueron contestados por Moore formando la letra L, el signo para indicar "looser" (perdedor), con sus dedos.
 
Por su parte, Giuliani alabó el liderazgo de Bush al recordar que durante los ataques del 11-S se expresó con un "gracias a Dios que tenemos al presidente Bush". "Necesitamos a George W. Bush más que nunca", continuó el anterior alcalde de Nueva York.
 
Giuliani también atacó a Kerry por su voto en contra de la primera guerra del Golfo y su oposición a la invasión de Irak en el 2003 pese a votar en su favor en el Senado.
 
"Los contrastes entre las posturas de Kerry son dramáticas, porque implican formas totalmente distintas de enfrentarse con el terrorismo", afirmó.

Presidente de EE.UU., George W. Bush, oficializa hoy  su candidatura para las elecciones de noviembre.

Hombres de negocios mezclados con punks antiglobalizadores encarnaron ayer el encuentro entre el nuevo milenio y los años 60 en la manifestación multitudinaria que llenó las calles de Nueva York para protestar contra el presidente George W. Bush y la guerra en Iraq.

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Encabezados por el cineasta Michael Moore, el líder de los derechos civiles Jesse Jackson y el actor Danny Glover, los opositores a Bush llevaron a cabo un ejercicio colorista sin incidentes que alcanzó su momento culminante frente al  Madison Square Garden, donde el presidente será oficialmente investido candidato a la reelección por el Partido Republicano.

La marcha estuvo organizada por la coalición Unidos por la paz y la justicia, que agrupa a más de trescientos grupos de muy diversa condición y que pretendía reunir a un cuarto de millón de personas con un mensaje único contra la guerra y contra el gobierno republicano actual.

La protesta recordaba a las vistas décadas atrás y en que Iraq juega el papel de Vietnam y Bush el de Richard Nixon.

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Jake Aldrich viajó diez horas por carretera desde su Michigan natal para expresar su “disgusto”.

Otros estudiantes como él le acompañaban, así como hombres de negocios, artistas, obreros y veteranos que desfilaban al ritmo de tambores y que lanzaban consignas más o menos respetuosas contra Bush y los republicanos.

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“Llueven bombas y Bush saca provecho”, decían aquí, “cuenta muertos como ovejas”, gritaban allá y “un pueblo de Texas echa de menos a su tonto”, cantaban más acá.

Llegado de Salt Lake City (Utah, oeste), Doug Hofeling, restaurador, “no está de acuerdo con Bush en nada”. “Con Iraq, la cosa ha pasado de mala a intolerable”.
Fernando Suárez del Solar, cuyo hijo de 22 años murió en Iraq, gritaba: “yo ya he pagado el precio, la gente tiene derecho a decir ‘Bush, vete de la Casa Blanca’ ”.

Michael Moore proponía enviar a los republicanos formularios para que sus hijos se alisten en el ejército.

La séptima avenida, vigilada por centenares de policías y varios  helicópteros, fue durante unas horas un espacio creativo.

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“No dejen que mi bebé nazca bajo Bush”, escribió en su vientre una mujer embarazada.

Otras manifestaciones de protesta están programadas durante los días que dure la convención, hasta el 2 de septiembre.

CONVENCIÓN
Ciudad demócrata
Será la primera convención nacional republicana en Nueva York, donde los demócratas han celebrado cinco, la más reciente en 1992 cuando Bill Clinton
inició su conquista de la Casa Blanca.

Polémica

Políticos y ciudadanos de Nueva York están divididos sobre el impacto económico de la Convención Republicana, que para unos costará unos 300 millones de dólares a la ciudad y para otros será beneficiosa para los negocios.

Temor

Según un sondeo de CBS-New York Times, el 13% de los neoyorquinos eligieron  irse de la ciudad durante la convención organizada por los republicanos entre  el lunes y el jueves por Temor a atentados o a  manifestaciones violentas, preocupación por las restricciones a la circulación,  o incomodidad por la llegada de republicanos poco queridos en un bastión  demócrata.

Protestas
Nueva York, con el 70% de los habitantes contrarios a la política de George W. Bush, se ha movilizado en contra de la Convención Republicana que se inicia mañana, con multitud de protestas y actividades culturales.