El riesgo de  padecer un infarto puede reducirse en el 80% si se sigue una alimentación equilibrada, no se fuma, se hace deporte y se evita el estrés, según el estudio Interheart, presentado ayer en el Congreso europeo de cardiólogos de Munich.

El estudio, coordinado por Salim Yusuf de la Universidad de McMaster de Canadá, llegó a la conclusión de que existen nueve factores que permiten predecir el riesgo de infarto en el 90% de los casos.

Hasta ahora, explicó Yusuf, se había partido de la base de que solo se podía predecir el riesgo en el  50% de los casos.

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El proyecto, en el que participaron 30.000 personas en todo el mundo, demostró que los dos principales factores de riesgo son el tabaquismo y un desequilibrio de ciertas grasas en la sangre, la apolipoproteína B y la apolipoproteína A-1.

Estos dos factores permiten pronosticar dos terceras partes de los infartos, señaló Yusuf.

A estos factores se suman la hipertensión, la diabetes, la grasa abdominal, el estrés, la escasez de consumo diario de fruta y verdura y la falta de movimiento.

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El consumo regular de cantidades moderadas de alcohol, en cambio, tiene un cierto efecto protector.

Razas
Lo que quizás más sorprendió a los expertos que realizaron el estudio fue, según Yusuf, el haber descubierto que los factores de riesgo parecen ser los mismos en todas las regiones del mundo, independientemente de la etnia, el género o la edad de la persona.

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“Esto es extraordinario y cambiará nuestra concepción de la prevención del infarto, pues significa que deberíamos estar en condiciones de prevenir la mayoría de los infartos en edades tempranas”, si se siguen los citados consejos.

El estudio demostró además que el riesgo de padecer infarto como consecuencia del tabaquismo es mayor entre los jóvenes que ente los mayores, independientemente de si se trata de mujeres u hombres, y de la forma en que se consuma pipa, cigarrillo, cigarro, o tabaco de mascar.

En el estudio participaron un total de 15.152 personas que habían padecido ya un infarto y otras 14.820 sanas, pero que por lo demás eran comparables con el primer grupo, tanto por la edad, como por el sexo.

Las pruebas se realizaron entre habitantes de un total de 52 países, de las que 7.000 provinieron de Europa, 2.000 de Latinoamérica, 6.000 de China, 4.000 del sur de Asia, 2.000 del resto de ese continente y 1.400 del África.

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El estudio se publicará en la revista especializadaThe Lancet el próximo 11 de septiembre, anunciaron voceros del equipo investigador.