Cientos de miles de manifestantes tomaron este  domingo las calles de Nueva York para protestar contra la política del  presidente George W.Bush, a 24 horas de la apertura de la Convención  Republicana en la ciudad. 
 
"Ha sido una protesta masiva, gente de Nueva York y todo el país se ha  sumado", explicó a la AFP Bill Dobbs, portavoz de la organización convocante  del evento, United for Peace and Justice. 

Dobbs cifró la participación en más de 400.000 personas, mientras que la  policía de Nueva York nunca cuantifica la asistencia a manifestaciones. 
 
La policía efectuó 116 detenciones durante la jornada pero todas fueron por  faltas menores, tales como bloqueo del tránsito, dijo una fuente policial que  pidió no ser identificada. "Nada muy grave", añadió. 
 
La manifestación empezó su recorrido en Union Square encabezada por una  gran pancarta con el lema "Decimos no al programa de Bush", portada por el  cineasta Michael Moore, el actor Danny Glover y el líder de los derechos  civiles, Jesse Jackson, entre otros. 
 
La marcha alcanzó a mediodía el Madison Square Garden, escenario de la  Convención, ante la mirada de miles de policías, unidades anti-disturbios y  agentes del servicio secreto. 
 
"Queremos darles la bienvenida porque sabemos que se sienten deprimidos, su  fin está próximo. Les regalaremos una bonita sonrisa y la ola cuando pasemos  frente al Madison Square Garden", declaró poco antes Michael Moore. 
 
"La mayoría del país se opone a esta guerra (Irak), la mayoría de la gente  no votó por la administración Bush y ha llegado el momento de recuperar el  control del país", agregó el director del documental-alegato contra Bush y  éxito comercial "Fahrenheit 9/11". 
 
Los manifestantes se detenían unos minutos ante el Madison para gritar a  los republicanos que se fueran a casa -"Go home"- y recordarle a Bush que le  quedan "cuatro meses más" de presidencia antes de proseguir la marcha. 
 
Asimismo, recurrían a sus dedos, en particular al dedo medio alzado, para  hacer llegar su mensaje a los pocos republicanos -en su mayoría voluntarios que  ultiman los detalles para la llegada de los delegados el lunes- que observaban  el desfile desde las puertas del coliseo. 
 
"Están debilitando su causa al comparar a Bush con Hitler", explicó una de  las voluntarias republicanas, Katherine Ernst. 
 
"Es ridículo, nos están haciendo un favor", añadió. 
 
La protesta congregó a gentes llegadas de todo el país, como la doctora  Alice Powelo, de 75 años, residente en California, que señalaba que "esta  administración es la más peligrosa para nuestra democracia y el mundo, es la  administración más regresiva que nunca hemos tenido". 
 
Como si se tratase de una protesta como las que vivió Nueva York a  principios de 2003, la guerra en Irak fue el tema más evocado por la protesta. 
 
La diferencia fue que en esta ocasión se pudo ver a los primeros veteranos  del conflicto protestando y pancartas con fotos de soldados muertos portadas  aparentemente por familiares con leyendas al pie que decían "estamos de duelo  por..." o "tu has matado a mi hijo", dirigida en este caso a Bush. 
 
"Es como si ya lo hubiera visto antes. El mismo sinsentido que aguantamos  en Vietnam. Basado en mentiras, sin un enemigo al que señalar y luchando contra  una insurgencia que no podemos derrotar", dijo James Adams, decano de  estudiantes en la universidad St Francis de Brooklyn. 
 
La manifestación tenía previsto recorrer más de 30 calles antes de  disolverse prácticamente en el mismo sitio de donde partió. 
 
La ciudad denegó el permiso a los convocantes para reunirse en Central Park  al término de la marcha y se especulaba con que los manifestantes podrían  decidir llevar a cabo el encuentro en ese parque pese a todo.