La práctica de aplicar salsa picante a la lengua de los niños maleducados tiene más seguidores en EE.UU., que disponen incluso de páginas web y libros que animan a este castigo denostado por muchos expertos y padres.

El azote en las nalgas ha pasado a la historia entre muchos padres que optan por una moderna versión del jabón en la boca para recordar a sus vástagos que no se deben decir palabrotas, morder al hermano o contar mentiras.

Entre los principales exponentes de este polémico método está Lisa Whelchel, actriz de la popular serie de los años 80 The facts of life y autora del libro Corrección creativa: ideas extraordinarias para la disciplina cotidiana, en el que defiende el uso del tabasco, zumo de limón o vinagre para escarmentar a los pequeños.

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La discusión ya ha llegado a revistas especializadas y sitios de internet, sobre todo desde que el diario The Washington Post publicase un artículo de que algunas guarderías han recibido sanciones por emplear este método.