La prohibición de llevar signos religiosos “ostensibles”, como el velo islámico, en las escuelas públicas francesas será aplicada “sin concesiones”, advirtió el viernes el ministro de Educación, François Fillon.
 
La ley, adoptada a comienzos de año tras reñidos debates en la sociedad francesa, entra en vigor al inicio del curso escolar, la semana próxima.
 
El velo islámico, la kipa judía o las grandes cruces cristianas están prohibidas.
 
En un artículo que publicó ayer el diario católico La Croix, el Ministro de Educación afirma que la ley será aplicada “sin concesiones ante los intentos eventuales de desafiarla, pero en el marco de un diálogo pedagógico intenso con los alumnos concernidos y sus familiares”.
 
El objetivo es la ‘escolarización normal’ de los alumnos “dentro de las condiciones fijadas por la ley”, precisó Fillon, quien recalcó la necesidad de protegerlos contra “el integrismo religioso que trata de instrumentalizarlos o marginarlos en la escuela”.

Los largos debates de inicio de año se retomarán con el ingreso a clases, según las reacciones que han empezado a presentarse porque en la nación residen personas de diversos países, con convicciones y religiones diversas que exigen respeto a sus creencias.