Los habitantes de la comunidad Shobol Llinlín paralizaron el jueves pasado la explotación de piedra caliza, que es utilizada como materia prima por la Cemento Chimborazo, porque exigen que la empresa cumpla con un convenio firmado en el 2002.

En el acuerdo, los comuneros exigen forestación del área, que se utilice su mano de obra y que se comparta las utilidades.

“Durante años se han causado daños ecológicos. Se han perdido animales silvestres, existe sequía de vertientes, hay contaminación de la tierra y decrecimiento de la fertilidad del suelo”, dijo Pedro Janeta, presidente del Movimiento Indígena de Chimborazo (MICH).

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Los protestantes, que tienen el apoyo del MICH, hicieron conocer su posición al gerente de la Cemento Chimborazo, Carlos Díaz, quien les ofreció reunirse mañana, a las 09h00, en las canteras para dar respuestas a sus pedidos.

Los moradores aprovecharon para solicitar que la empresa les entregue 15 mil plantas nativas y exóticas.

Los reclamantes quieren que se firme otro convenio y se compense por los daños en las comunidades.

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