Manos que devolvieron una sonrisa

Carlos Andrés González fue operado de una malformación en el  labio, el pasado 5 de agosto.

Los labios de Carlos Andrés González Quijije ahora esbozan una sonrisa ante los  mimos de su madre o padre. Su rostro ya no expresa aquel sufrimiento que padeció por la malformación de su labio superior y que le impedía comer y respirar adecuadamente.

Carlos Andrés, de 8 meses de nacido, no tendrá dificultades para hablar ni para reír. El milagro de ese cambio estuvo a cargo de un grupo de médicos norteamericanos –de la misión Kidejapa, de Atlanta, Estados Unidos– y ecuatorianos que lo intervino quirúrgicamente el pasado 5 de agosto, en el Hospital Militar de esta ciudad.

El primer hijo de la pareja formada por Andrea Quijije y Guadalberto González les ha devuelto la sonrisa a los padres, quienes estaban pesimistas de que algún día cambiaría el rostro de Carlos Andrés.

“No sabíamos que había la posibilidad de una operación, pensé que mi pequeño quedaría así para siempre”, dijo Andrea Quijije, de 19 años, aquel día de la operación.

Horas antes de la intervención quirúrgica, Andrea lloró y hasta sintió temor por la operación de su pequeño. En una sala continua al área de cirugía, ella pidió un milagro a Dios: que todo saliera bien.

Dos semanas después, solo puede agradecer a Él porque ahora su hijo llevará una nueva vida.

El pasado sábado, Andrea retornó a su natal Esmeraldas junto con su hijo y su esposo, quien la acompañó durante todo  el proceso de intervención quirúrgica del bebé. Una operación que no se hubiera desarrollado si no habría sido por el apoyo económico del Club Rotario Guayaquil y del Hospital Militar (que solventó los gastos de comida y de residencia del enfermo).

Andrea es ama de casa y Guadalberto es ayudante de chofer, por lo que percibe a diario entre 5 y 10 dólares.
Ella se enteró de la venida de los norteamericanos a través de la prensa.

Una operación de labio leporino en los Estados Unidos –especialmente en clínicas particulares– tiene un costo de entre 15.000 y 20.000 dólares.

El milagro de Carlos Andrés se repitió también en 55 infantes con malformaciones en los labios, paladar y nariz, provenientes de los sectores marginales del país. Las operaciones se practicaron durante una semana, del 1 al 8 de agosto pasados.

Fernando Aguirre, del Club Rotario Guayaquil, manifestó que las cirugías a los infantes se dieron luego de un proceso de tres meses. Se empezó por la selección de los pacientes y quienes necesitaban con urgencia una intervención quirúrgica, es decir, se  analizó cada caso. “Se vio si la familia era de escasos recursos”, dijo.

Según Sheldom Lincemberg, jefe de la misión norteamericana, en uno de cada 700 nacimientos en el mundo se presentan casos de labio leporino y paladar hendido.

Aguirre no habla de cifras sobre el número de menores que nacen en el país con estas enfermedades, pero indicó que próximamente el club creará una página web donde los médicos norteamericanos que continuamente acuden a Ecuador a realizar estas operaciones pueden conocer los casos de los pacientes.

El funcionario del Club Rotario destacó que las jornadas médicas se repetirán.

A la familia González-Quijije ahora le espera otro ritmo de vida. Ya no habrá preocupación ni tristeza en el hogar por el pequeño Carlos Andrés.

PARA ANOTAR

MALFORMACIONES
Fernando Aguirre, del Club Rotario Guayaquil, explicó que estas malformaciones de labios y de paladar en los niños se dan en aquellos que provienen de sectores sociales de extrema pobreza.

Indicó que son personas afectadas por insecticidas organofosforados, además de otros factores como la desnutrición.

DEFINICIÓN
El labio leporino es un defecto congénito de las estructuras que forman la boca. Según los especialistas, es una hendidura o separación en el labio y/o en el paladar, como resultado de que los dos lados del labio superior no crecieron a la vez.

En el caso del paladar hendido, esta es una hendidura o apertura en el paladar superior.

ANIVERSARIO
Los rotarios desarrollaron esta campaña como parte del centenario de Rotary Internacional, cuya festividad se cumple el próximo 23 de febrero del 2005.