El Gobierno británico va a realizar una exhaustiva investigación sobre la seguridad en sus aeropuertos después de que un periodista del diario "The Sun" consiguiese introducir una bomba falsa en un Boeing 757 con 220 pasajeros rumbo a Mallorca.
 
El periodista Anthony France fue contratado como maletero por una empresa privada, "Aviance", pese a que las referencias que había dado eran falsas y que los detalles sobre su trabajo como periodista encubierto podían ser fácilmente encontrados en Internet.
 
France escondió en su bota 200 gramos de explosivo y su correspondiente sistema de ignición, sin despertar ninguna sospecha, y aprovechó la falta de supervisión en la bodega del avión para instalarla y hacer las fotografías que probaban su "hazaña".
 
Su reportaje, que incluye fotos y vídeo, ha puesto de manifiesto la falta de seguridad en los aeropuertos británicos.
 
El reportero del Sun cuenta cómo las mochilas personales de los maleteros eran introducidas en el escáner y explica que el personal pasaba por detectores de metales, pero que todos burlaban la inspección pese a ir calzados con botas con un refuerzo metálico.
 
"Aunque siempre alguno de los oficiales de seguridad te cacheaba, nunca miraban en el interior de los zapatos", dijo Anthony France en su reportaje.
 
La bomba en cuestión es similar a la que instaló el agente de seguridad libio Abdelbaset Ali Mohmed al Megrahi el 21 de diciembre de 1988 en el vuelo 103 de la Pan Am, que explotó sobre Lockerbie matando a 259 pasajeros y a 11 residentes en la ciudad escocesa.
 
"Esto demuestra que el seguimiento de los maleteros es todavía inadecuado, lo que es muy triste después de Lockerbie", dijo a la BBC el doctor Swire, quien perdió a su hija en aquel vuelo fatal.
 
"Lo que ha logrado el periodista de The Sun deja revela que hay grandes agujeros en la seguridad de los aeropuertos", dijo.