Los niños, jóvenes y adultos que acudieron ayer a la kermés del colegio Javier encontraron la manera de divertirse y a la vez colaborar con la obra social de la Fundación Madre Dolorosa.

Juegos como tiro al blanco, el martillo fortachón, la ruleta regalona y la tómbola tuvieron gran acogida.

En uno de los patios, donde se expendían las comidas y bebidas, también hubo karaoke. En él cantaron personas por individual y en grupo.

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Uno de los momentos más esperados por los jóvenes fue el concierto que ofreció, pasado el mediodía, la agrupación quiteña Cruks en Karnak.

En el coliseo del colegio la actividad fue emocionante para quienes jugaron bingo. Entre los artefactos por ganarse constaron refrigeradoras, cocinas y juegos de comedor. Al final de la kermés se sortearía un automóvil.

Lorena Henriques de Negrón, presidenta del comité de Padres de Familia del plantel, recordó que los fondos que produzca la kermés, que hasta el cierre de esta edición (17h00) continuaba, se destinarán a las obras sociales de la Fundación Madre Dolorosa y a la construcción de una escuela junto al establecimiento de educación.

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Según Julia Ramírez de Ferretti, coordinadora de proyecto social de la entidad educativa, el 90% del dinero recolectado ayer se utilizará para edificar la escuela particular que estará anexa al Javier. El otro 10% se invertirá en el programa de trabajo que mantiene la fundación.

Ramírez afirmó que el aporte monetario a la Fundación servirá para continuar brindando becas a cerca de 1.400 niños de sectores populares.

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Dijo que se seguirá ayudando a gente de escasos recursos que vive en las comunidades San Ignacio (isla Trinitaria), San José de Durán y recinto Las Iguanas en Manabí, y se implementarán los dispensarios, guarderías y comedores populares que posee la organización de asistencia social.