El paso a desnivel está siendo reparado y se reabrirá el 9 de septiembre próximo.

Desde el lunes pasado, cuando la constructora Equitesa cerró el paso a desnivel ubicado en las avenidas Orellana y Agustín Freire para reparar el daño de una losa que se desprendió, el tráfico vehicular se ha alterado en el sector.

Los carros grandes y pequeños, taxis, camionetas y camiones se aglomeran frente al semáforo que está situado diagonal al banco Bolivariano. Sus conductores esperan el cambio de luz para trasladarse a otras avenidas, como la de Las Américas y Juan Tanca Marengo.

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Otros choferes, que no tienen mucha prisa como Iván Peñafiel, optan por tomar la ruta del callejón 17-16 de Norte a Oeste, que está ubicada junto a una zanja.

Desde allí, los vehículos pueden llegar hasta la avenida Juan Tanca Marengo, aunque, según asegura Peñafiel, el camino es largo.

Isabel de Varas, usuaria de la avenida Orellana hace más de diez años, dice que el cierre del puente le ha causado problemas  para llegar a casa de su hija. “De los Samanes hasta la ciudadela Tres Cerritos, me demoraba unos diez minutos. Ahora me tomo como veinte”, expresa.

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El daño en el paso a desnivel también le ha afectado al taxista de la cooperativa 5 de Febrero, Ángel Traves.

Él dice que sus pasajeros le exigen que se dirija por el camino corto (avenida Orellana), a pesar del estancamiento de vehículos.

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“Ellos tienen miedo porque desconocen otras rutas. No me lleve por allá, en esa zona no vive nadie y talvez nos roban”, son algunos de los argumentos que, según Traves, alegan los clientes.

Daños
Después del desprendimiento de la losa del paso a desnivel, la constructora encargada de la obra, Equitesa, envió muestras de la capa asfáltica y del hormigón de la zona dañada al laboratorio de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil.

El informe preliminar, según Rubén Coronel, director municipal de la Unidad CAF-BEDE (que supervisa el puente), demuestra que el concreto rígido no cumplía con las especificaciones técnicas de construcción.

Sin embargo, precisó que los resultados definitivos los tendría el lunes próximo, cuando las tres empresas fiscalizadoras de la obra: Asesorías y Estudios Técnicos, Caminos y Canales y Nuques y Luques, le envíen el informe final.

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Coronel aseguró que las vigas del puente están bien construidas y que los conductores no deben temer por la seguridad de la estructura.

Julio Yépez, jefe de la obra, dijo que acepta la versión de los primeros análisis y que la empresa estará presta a actuar según los parámetros que establezcan las fiscalizadoras.

No obstante, cree que el problema no se debe a fallas técnicas sino a que “en este puente circularon a velocidad exagerada vehículos extrapesados, como tráilers y camiones que desgastaron la losa”.

Hasta la mañana de ayer 18 obreros de la compañía constructora levantaban la capa asfáltica para que los científicos del laboratorio tomaran las muestras debidas.

Yépez añadió que después de la reparación total del puente se necesitará la vigilancia por parte de la Comisión de Tránsito del Guayas para que el puente sea utilizado por vehículos de peso mediano y pequeño.

Agregó que así se evitará que vuelva a descomponerse este paso a desnivel, de gran uso en el norte.

CAMINO

TRABAJADORES

Los 18 obreros de la constructora Equitesa trabajan en la reparación de la losa del puente de la avenida Francisco de Orellana, desde las ocho de la mañana hasta las siete de la noche.

REPARACIÓN

La apertura del puente está prevista para el 9 de septiembre próximo, si las empresas fiscalizadoras entregan el informe el lunes próximo.

MANTENIMIENTO

Después de la reparación de la obra, la constructora efectuará trabajos de mantenimiento para prevenir otro desfase.

DESVÍO

En la mañana de ayer, dos de cada diez vehículos optaron por desviarse por el callejón 17- 16 de Norte a Oeste.