Sobre la mesa del fiscal estaba el martillo con que se asesinó a la mujer. En otro mueble, la Biblia del acusado.

Con la Biblia en las manos,  ingresó Wilmer Mendoza Párraga –como lo había hecho en cuatro ocasiones anteriores– al salón del 3º Tribunal Penal del Guayas. Pero, esta vez se instaló la audiencia de juzgamiento.

Mendoza Párraga, acusado por el fiscal Roberto Cabrera como supuesto autor del crimen de su cónyuge, Sonia Jimbo Álava, con 18 martillazos en el cuerpo, el 15 de octubre del 2002, se presentó ante los jueces y dijo que no recordaba qué pasó ese día.

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“No me acuerdo cómo la llevé (hasta un domicilio de las calles 26 y Maracaibo), ni lo que sucedió. Lo que sí recuerdo es que a los cuatro días estaba en Sucumbíos (Oriente)”, expuso ante el interrogatorio. Esta declaración arrancó sonrisas, disgustos y comentarios entre los asistentes, especialmente familiares y amigos de la fallecida.

Durante el juzgamiento, el fiscal ratificó su acusación y sostuvo que Wilmer Mendoza atacó a Sonia Jimbo con un martillo y le propinó 18 golpes. “El ataque fue delante de su hijo de 7 meses”, dijo.

La acusadora particular, Gloria Jimbo Álava, hermana de la víctima, relató que ese 15 de octubre recibió una llamada telefónica de una hermana de Mendoza Párraga, quien le comunicó “que le parecía que Wilmer había asesinado a su esposa”.

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Gloria Jimbo agregó que se dirigió a esa casa, de las calles 26 y Maracaibo, y encontró “una escena de horror. Mi hermana había sido muerta a martillazos. Un agente de la Policía me lo dijo y me mostró el objeto con el que su asesino la mató. ¡Fue el esposo de ella, Wilmer Mendoza Párraga!”, exclamó ante la presidenta del Tribunal, Yolanda Sánchez.

A la pregunta del fiscal, si reconocía a Wilmer Mendoza como el esposo de su hermana (Sonia), Gloria Jimbo respondió: “Sí señor, lo reconozco como el esposo y el asesino de mi hermana”.

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La acusadora manifestó que Sonia Jimbo le había dicho “dos o tres meses antes del crimen que Wilmer Mendoza quería asesinarla. Él (esposo) le decía que se iba a quedar solo, porque ella no quería estar con él. Y por la fuerza la violaba”, afirmó.

Mendoza escuchó en silencio la exposición. Cuando los abogados del acusado, Hilton Rosado y Walter Jaramillo, quisieron protestar, los jueces del Tribunal les advirtieron que no interrumpieran la audiencia y que esperaran su turno para hablar.

PROCESO
CAPTURA
Cometido el delito, Wilmer Mendoza huyó hacia Sucumbíos, en el Oriente, donde fue capturado tres meses después.

TESTIGOS
El médico legista Jorge Córdova ratificó el informe de la autopsia y dijo que Sonia Jimbo fue asesinada con un martillo.

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ASISTENCIA
El salón de audiencias estuvo lleno de familiares y amigos de los Jimbo. También con policías.