El Grupo de Río concluyó este viernes dos días de sesiones sin lograr un consenso para iniciar diálogos políticos con Cuba debido a que algunos de sus miembros manifestaron que era un tema sensible que demandaba mayores consultas.
 
El Grupo de Río, compuesto por 19 países latinoamericanos, toma todas sus decisiones por unanimidad y en acuerdo general de sus miembros, explicó el canciller brasileño y anfitrión del encuentro, Celso Amorím.
 
No hubo consenso sobre el inicio de ese diálogo, pero hubo, lo que yo diría que es un hecho importante, una primera ruptura de hielo del tratamiento sobre aquel país caribeño, dijo Amorím en conferencia de prensa concluir la segunda y última sesión de trabajo de los ministros del Exterior del Grupo de Río.
 
El ministro indicó que ese consenso no se alcanzó porque algunos países, que no nombró,   consideraron que el tema era sensible, que exigía más consultas con sus respectivos gobiernos.
 
Las reservas para iniciar esos contactos provinieron de naciones centroamericanas, con algunas de las cuales el gobierno de Cuba ha tenido en el pasado conflictos diplomáticos por temas que van desde albergar a cubanos que La Habana considera terroristas hasta los temas de derechos humanos, dijeron fuentes diplomáticas que declinaron ser identificadas.
 
Repito: No nos corresponde tratar (el tema) de Cuba en la ausencia de Cuba. Lo que aquí se trató fue el eventual inicio de un diálogo entre el Grupo de Río y Cuba, añadió Amorim al ser interrogado sobre si en las sesiones de los ministros se habló de la situación interna de la isla.
 
La iniciativa de ese diálogo no fue consultada con el gobierno de La Habana. Nació por iniciativa brasileña en busca de   un diálogo más amplio que permita que las cuestiones de nuestro continente...sean resueltas siempre por el diálogo, la conciliación y la paz, y para evitar problemas, como han surgido muchas veces, hasta por malos entendidos y falta de comunicación entre los países, dijo Amorim.
 
La propuesta brasileña sí contó con el apoyo abierto al menos de Argentina y Perú, los otros dos países que junto a Brasil integran la actual secretaría del Grupo de Río, y cuyos representantes acompañaron a Amorín en su encuentro con la prensa.
 
Perú es uno de los países que ve, no solo simpatía, sino como un requerimiento indispensable de la política regional el diálogo con Cuba, dijo el ministro del Exterior peruano, Manuel Rodríguez.
 
Argentina   está de acuerdo con que se abra este proceso de diálogo por parte del Grupo de Río con Cuba, completó Darío Pedro Alessandro, subsecretario de Política Latinoamericana de la cancillería argentina.
 
Catorce ministros del Exterior y cinco viceministros latinoamericanos se reunieron el jueves y viernes en Brasilia en una reunión preparatoria a la cumbre de presidentes del Grupo de Río, prevista para el 4 y 5 de noviembre en Río de Janeiro. Se ignoraba si el tema cubano volverá a ser mencionado en esa instancia.
 
El Grupo de Río, el foro político más importante de la región, surgió en 1986 y actualmente está integrado por 19 países latinoamericanos: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guyana (en representación de la Comunidad del Caribe), Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Venezuela y Uruguay.