Toronto, Montreal y Vancouver recibieron el 73 por ciento de los 1,8 millones de inmigrantes llegados a Canadá en la década de 1990, lo que está cambiando la demografía de las principales ciudades canadienses.
 
En comparación, en la década de 1980, sólo un 53 por ciento eligió estos destinos, precisa un informe publicado hoy por Estadísticas Canadá.
 
Además, prácticamente los casi 2 millones de inmigrantes llegados al país en la pasada década se han asentado en urbes, una tendencia que está contribuyendo a la despoblación de las regiones rurales del país.
 
Otro dato recogido por Estadísticas Canadá es que los inmigrantes tienen mayores niveles de educación que la gente nacida en el país y, a pesar de ello, una "alta proporción de recientes inmigrantes estaban empleados en trabajos con menores requisitos de conocimiento que los nacidos en Canadá".
 
"De hecho, inmigrantes recientes con un título universitario tenían muchas más posibilidades que los nacidos en el país de estar trabajando en ocupaciones que típicamente no exigen una educación formal", añade.
 
A consecuencia de esto, "los inmigrantes recientes tenían muchas más posibilidades de trabajar por bajos salarios, tenían menos oportunidades de recibir salarios altos y contaban con mayores tasas de desempleo".
 
Por ejemplo, inmigrantes recientes en Edmonton tienen una tasa de empleo del 76,1 por ciento, frente al 84 por ciento de los nacidos en Canadá.
 
La concentración de los inmigrantes en grandes centros urbanos también está teniendo consecuencias para los servicios públicos y la vivienda, según Estadísticas Canadá.
 
Los inmigrantes utilizan más el transporte público, asisten más a escuelas y alquilan más viviendas que los nacidos en Canadá.