El candidato presidencial demócrata John Kerry criticó ayer la propuesta del mandatario George W. Bush para repatriar a unos 70.000 soldados norteamericanos emplazados en otros países, y dijo que se trataba de un plan prematuro que no hacía sino intensificar las dudas acerca de las intenciones de Estados Unidos.

“Nadie desea más la repatriación de fuerzas que aquellos que hemos combatido en el extranjero”, indicó. “Esto debe hacerse en el momento adecuado y de manera prudente. Estos no son ni el momento ni la manera”, recalcó.

Bush anunció el lunes pasado su plan de retirar fuerzas instaladas durante la Guerra Fría en  Europa y Asia, afirmando que ahorraría dinero para mantener las bases militares en el extranjero.

Publicidad

En contra de las críticas  demócratas que aseguran que el plan perjudicará al país, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, destacó que “sus efectos serán precisamente los contrarios, ya que –según afirmó– la liberación de algunas fuerzas favorecerá los despliegues rápidos en puntos problemáticos”.