El jefe radical chiíta Moqtada Sadr llamó este jueves a sus milicianos atrincherados en el mausoleo del imán Alí en Nayaf a  evacuar el edificio pero se negó a desarmarlos como exige el gobierno iraquí,  en una carta a la que tuvo acceso la AFP.
 
"Deben entregar las llaves del mausoleo a la Marjaiya (la principal  autoridad religiosa chiíta) cuanto antes para impedir a los infieles entrar a  este lugar santo", indica la carta firmada por Sadr y encabezada con la  siguiente frase: "a mis queridos hermanos en el mausoleo del imán Alí".
 
"Ya os pedí que lo hicierais, pero habéis rechazado", agrega.
 
De momento la oficina de Sadr en Nayaf no ha confirmado la autenticidad del  escrito.
 
Los tanques estadounidenses están apostados a 200 metros del mausoleo, uno  de los lugares más sagrados para los chiítas, mayoritarios en Iraq.
 
El 13 de agosto, Sadr puso una serie de condiciones para alcanzar un alto el fuego en Nayaf (centro), entre las cuales pedía que la ciudad santa pasara bajo control de la Marjaiya.
 
El jefe radical rechazó desarmar al Ejército del Mehdi.
 
"Que todo el mundo sepa que este ejército es la base del imán Mehdi (el  duodécimo imán chiíta desaparecido) y no tengo el derecho de disolverlo", indicó en esa carta.
 
Antes, el primer ministro iraquí Iyad Allawi instó a los milicianos a deponer las armas, después del fracaso del alto el fuego de la víspera.
 
"Esto es el último llamamiento a los milicianos para que entreguen las armas, abandonen el mausoleo de Alí y se comprometan en el proceso político", declaró en una conferencia de prensa poco antes de que Nayaf empezara a ser bombardeada.
 
Sadr concluye su misiva afirmando que no "participará en las cuestiones  políticas (del país) mientras continúe la ocupación". "Trabajaré duramente toda  mi vida para reconstruir Iraq y su libertad", añade.