Hoy se realiza la primera de una serie de tres exposiciones de este colectivo guayaquileño, que se realizarán en la galería dpm.

Lo que buscan ellos es comunicar. A través de recursos no convencionales lo han hecho desde hace alrededor de dos años, cuando se unieron para trabajar juntos con el nombre La Limpia. La exposición  de instalaciones que inaugura este colectivo artístico hoy, a las 19h00, forma parte de una serie de tres muestras que se realizarán en la galería dpm (Circunvalación Sur 11A y Víctor Emilio Estrada).

In urbi naturam se titula la primera exhibición. La segunda se titulará Otros bosques, y se mostrará el 25 de agosto; y la última, cuya apertura será el 1 de septiembre, se llamará Plan para naturaleza muerta.
 
Félix Rodríguez, uno de los integrantes de La Limpia, refiere que hay puntos comunes entre las tres muestras, aunque recalca que “cada una tiene su identidad propia”. Entre las similitudes destaca la utilización de elementos de la naturaleza y el uso de todos los espacios de la galería menos de las paredes, ya que estos últimos “son los sitios clásicos en los que se presenta el arte”, agrega. 

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Otro de los miembros, Estéfano Rubira, manifiesta que con estas muestras, La Limpia quiere demostrar lo que le llama la atención,  lo que le apasiona, qué es lo que la define conceptualmente.

Aparte de Rodríguez y Rubira, La Limpia está conformada por seis chicos y una chica, estudiantes –y otros ya graduados– de Diseño Gráfico, Artes Visuales, Comunicación Social e Historia del Arte, entre otras carreras afines. Los demás son: Jorge Aycart, Óscar Santillán, Fernando Falconí, Ricardo Coello, Ilich Castillo y Pili Estrada. Lo que los unió, según coinciden todos, es la necesidad de comunicar, de denunciar y de trabajar con nuevos elementos.
    
Óscar Santillán, por su parte, asegura que están juntos porque  “queremos decir algo sin llegar a lucir  pretenciosos. Queremos que la gente se dé cuenta de que hay algo interesante en lo que decimos, que presentamos propuestas que hemos trabajado durante semanas, meses, hasta que tomen forma”. Añade:  “creemos que podemos llegar a ser un vínculo entre el arte y la sociedad, queremos lograr que las galerías no sean jaulas para almidonar ideas sino espacios en los que la reflexión nos una con la sociedad”.

Para concebir sus obras, refiere Falconí que los miembros de La Limpia parten de lo cotidiano, “de estímulos producidos por lo que nos sucede día a día”. Rodríguez agrega que en sus instalaciones las cosas toman nuevas significaciones en los diferentes contextos que las ubican.

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Castillo dice que en la concepción de sus obras juega mucho el azar. “Para nosotros el juego es muy importante”. Pily Estrada señala  al respecto que “a partir del juego inician discusiones que van tomando forma, que se van convirtiendo en proyectos serios,  complejos, que nos plantean nuevas inquietudes”.

Dentro de la maduración de las ideas, sostiene Castillo que “cuando vamos a terminar el círculo entre la culminación del plan y a realizarlo queda un pequeño margen que impide que se cierre. Este espacio es el que da lugar a la improvisación”. 

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Estos jóvenes dicen que no quieren que se los ubique como la revelación del arte contemporáneo del país, ni que se los compare con movimientos plásticos de otras generaciones. Tampoco quieren que se diga que han impuesto una nueva manera de hacer arte, “nosotros no inventamos el agua tibia, eso lo sabemos”, dice Castillo; lo que les interesa es “contribuir con el desarrollo del arte en el país”. Santillán aclara que lo que quieren lograr es que la gente se involucre con el artista, que haya un diálogo entre los dos lados y se obtengan resultados.

Los jóvenes artistas comentan que en las instalaciones que realizarán hoy jugarán un papel importante los asistentes. “Queremos que se logre una gran interactividad, un nivel de conexión alto”, dice Pily Estrada. Y agrega que para esto piden que el público asista con traje formal, “es parte del juego”,  concluye.

NOTAS

Trabajo individual
Aparte de los trabajos que los miembros de La Limpia realizan juntos,  cada uno labora  en sus creaciones de manera independiente.

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Bienal de Cuenca
En la última Bienal Internacional de Cuenca,  que se efectuó en el pasado mes de abril,  La Limpia obtuvo el premio París.

Proyectos
Afirma Óscar Santillán que durante la Bienal de Cuenca una curadora de arte argentina se interesó en el trabajo del colectivo  y les planteó a los miembros la posibilidad de mostrarlo en su país. Es probable que la propuesta se consolide a finales del año. 

Anterior muestra grande
Fue en abril del 2003,  en la galería Madeleine Hollaender, cuando el  grupo organizó su anterior muestra grande,  que fue muy concurrida. También ha expuesto en la Casa de la Cultura,  en la Casona Universitaria y en el Museo Municipal.

Premios de los miembros
Entre los premios que han ganado los integrantes de La Limpia constan: el primer lugar en el Salón de Octubre del 2000,  que lo obtuvo  Óscar Santillán;  el  segundo puesto en el Salón Universitario de las Artes Visuales  en el 2002, que ganó Ricardo Coello; y el primer lugar en la categoría  performance, happening,  e instalaciones,  que ganó Ilich Castillo en el Festival de Arte al Aire Libre,  hace dos años.