Cada vez que hay elecciones, los mismos interesados las complican con una serie de propuestas dizque para adjudicar con justicia los escaños. Si están arriba en las encuestas, quieren que se los adjudique por mayor votación, pero si están abajo, piden que se tomen en cuenta a las minorías.

En definitiva, solo piensan en ellos y no en el electorado que quisiera elegir bien, pero siempre termina confundido por los partidos, para al final tener la desagradable sorpresa de que ha colocado en cargos a personas que jamás quiso.

Sería muy simple la elección, si la hicieran de manera unipersonal y no por lista. Para que eso ocurra deberían colocarse a los candidatos de todos los partidos y movimientos en una sola papeleta, en orden alfabético de sus apellidos, de manera dispersa, con su foto y la del suplente, al lado del distintivo de su partido y su número; haciéndole saber al votante cuál es el número máximo de candidatos que debe escoger en su cantón o provincia.

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Con eso conseguiríamos terminar con la trampa del “raya todo” a ciegas con la que engañan los partidos a los votantes y que los elegidos sean las personas con mayor votación, fiel reflejo de la voluntad popular.

Ab. Johnny Suárez Rodríguez
Guayaquil

Empezó la campaña electoral para captar las dignidades de prefectos, alcaldes, consejeros y concejales, y se dio comienzo también a la campaña sucia, como se evidenció el 29 de julio cuando en un noticiario de televisión un entrevistado adujo que cierta persona producía y vendía salchipapas en sus empresas.

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No creo que el trabajo honrado y el hecho de dar empleo a familias sea un inri que avergüence o humille, ni a todos los adultos que comemos salchipapas, o a los que se ganan la vida realizando esta actividad.

Votemos en el futuro por cualidades morales, éticas.

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Eco. Gustavo Chiriboga C.
Quito

Estamos de nuevo listos a oír promesas –que no se cumplen– por las próximas elecciones.

Baba es uno de los cantones más viejos de la República. A pocos kilómetros de él pernoctaron los ejércitos de Sucre rumbo al Pichincha.

En Baba orgullosamente nació sor Mariana de Jesús Molina y Ayala, dama sin ambiciones que repartió su fortuna entre los pobres.

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Esta es una tierra fértil de mujeres y hombres que trabajan de sol a sol en arrozales, potreros y huertas, recogiendo cacao del mundo en sus  cestos. Lo único malo de Baba son ciertos políticos deshonestos.

Gustavo Varas Guerrero
Baba