El tránsito vehicular de Guayaquil es totalmente inoperante por  su mala organización, que contribuye a un alto índice de accidentes que causan pérdidas del capital humano así como económico.

Además de eso hay inseguridad social afectada por los asaltos a los buses; degradación cultural por el maltrato de choferes y cobradores a los usuarios, acompañada de la música estridente al más alto volumen en los transportes de pasajeros, asientos incómodos que no permiten movilidad de las piernas, vendedores ambulantes de toda laya, seudoartistas...

Este deprimente cuadro causa estrés a los pasajeros, más el exceso de velocidad con la que se conduce en la transportación urbana.

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Otro aspecto que degrada la autoestima de la ciudad es la falta de cuadrantes para los paraderos de buses; clasificar los carriles de alta velocidad y la forma de entrar y salir de dichas vías; diseñar zonas de estacionamiento para vehículos particulares y para taxis.

La pésima circulación vehicular en Guayaquil es causada por buses del servicio urbano, que tienen pocos paraderos y son utilizados por las más de cien líneas, por lo que es necesario habilitar tantos paraderos como líneas de servicio urbano existen.

Este deprimente cuadro es causado por la ausencia de una planificación técnica.

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Cpa. Ernesto Colombo
Guayaquil