Un pequeño país de América del Sur, que tiene petróleo, islas reconocidas mundialmente por su fauna, paisajes hermosos y con un superávit en su macroeconomía (confirmado), requiere los servicios de un jefe de Estado que haga lo que prometieron políticos en campaña electoral, pues todos ellos resultaron ineficientes, por decir lo menos.

Prioridades: aumentar las pensiones jubilares; pagar la deuda al IESS y volverlo productivo; descongelar los fondos de reserva del Seguro Social; hacer caminar el programa de explotación petrolera; reducir el gasto fiscal recortando latisueldos “dorados”.

También: reorientar el presupuesto del Estado para atender la salud, educación y seguridad; traer a banqueros ladrones; recuperar credibilidad en la justicia; reducir el número de diputados; combatir la corrupción; cobrar la deuda a morosos de la banca cerrada; y bajar el costo de la electricidad (ofertas de Lucio).

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Requisitos: ser ecuatoriano y amar al país; tener pantalones y capacidad de trabajo honrado, eficiente, desinteresado y con sentido común; no arrodillarse ante caciques de política; de manos libres para tomar decisiones en beneficio de la nación.

Además, no ser partidista, ni a favor de grupos; altivo para negociar con acreedores internacionales  dando prioridad a lo social; que trabaje por mejores días y haga lo que otros no hicieron.

Anexo: sírvase revisar nuestra historia y descubrirá que sí tenemos recursos para salir adelante; lo que siempre ha faltado es lo que precisamente estamos buscando: un buen presidente.

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Julio César Navas Pazmiño
Guayaquil