Comprar derivados de petróleo en el mercado internacional para abastecer el consumo eléctrico y de combustibles en el país le resulta cada vez más caro a Petroecuador. Los altos precios del barril de crudo, en el mundo, dispararon el costo del barril de derivados, en los últimos seis meses, según datos de la estatal petrolera.

Petroecuador calculó gastar 376,95 millones de dólares, en todo el año, pero esa cifra se quedó corta frente a la elevación acelerada de los precios internacionales.

Importar los combustibles, indispensables para el sector comercial, industrial y de transporte, le costará a Petroecuador este año 885 millones de dólares. La cifra ya fue aprobada, el mes pasado, por el Directorio político de la empresa petrolera.

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Solo en el primer semestre del año la estatal destinó 330 millones de dólares para cubrir las necesidades del mercado interno.

La diferencia, 555 millones (hasta alcanzar los 885 millones hasta diciembre), tendrá que proporcionarla el Ministerio de Economía.
Las refinerías que operan en el país no tienen capacidad suficiente para procesar el crudo.

Las variaciones de precio de los derivados de petróleo en el mercado internacional no afectarán, por el momento, a los usuarios, “porque no están pagando más (dinero) por el galón de gasolina, de diésel, o la electricidad. El combustible que se utiliza está subsidiado, porque los precios internacionales ya no son los que está cobrando el Estado (a los ecuatorianos)”, precisó José Luis Zapater, gerente de Comercio Internacional de Petroecuador.
Por ello, sostuvo el funcionario, el área afectada es la social “ya que es el presupuesto fiscal el que está absorbiendo todo”.

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La petrolera programó comprar el barril de diésel (42 galones) a 25 dólares, pero terminó pagando 49,69 dólares, un incremento de 98,76%.

El diésel lo utilizan las plantas térmicas en la generación de electricidad, sobre todo, en temporada de estiaje. También sirve de combustible para la pesca artesanal.

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El GLP (Gas Licuado de Petróleo) o gas de uso doméstico también elevó su precio en el mercado internacional: las autoridades calcularon gastar 21,80 dólares por cada tonelada métrica, pero finalmente desembolsaron 36,55 dólares, un alza de 67,6%.

La nafta, fluido que se mezcla con la gasolina base –que produce Petroecuador– para obtener la súper y extra, les representó a las autoridades una subida de 108,85%, pues la estatal  presupuestó a 27,23 dólares el barril y pagó 56,87 dólares.

La Gerencia de Comercio Internacional comunicó también que el jueves próximo se licitará dos lotes de crudo de 360.000 barriles cada uno.

El hidrocarburo lo exportaba la compañía LG (al Lejano Oriente), pero dejó de hacerlo porque el descuento que le aplicaba a Petroecuador no le convenía.

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Las empresas que se declaran en “fase out” no pueden volver a ofertar en los siguientes concursos.

“Eso no conviene al país porque puede quedarse sin sus respectivos clientes”, indicó Zapater.