La fiscalía paraguaya aseguró ayer que todas las puertas del supermercado que ardió en Asunción y provocó la muerte de 400 personas estaban cerradas, lo que impidió la salida de clientes y empleados.

Los fiscales llegaron a esa conclusión luego de analizar evidencias y tomar testimonios a sobrevivientes del incendio, del 1 de agosto.