El ‘rey del pop’ llegó junto a sus familiares en un autobús que aparcó en las proximidades del Tribunal. El artista recibió el apoyo de simpatizantes.
Acompañado por su familia y simpatizantes, el cantante Michael Jackson llegó ayer a la Corte de Santa María, California, donde escuchó el testimonio del fiscal, Thomas Sneddon, que lo persigue desde hace una década por abuso sexual de menores.
Secundado por su famosa familia, Jackson llegó a la Corte de Santa María en medio de los vítores y aplausos de más de 200 simpatizantes, unos 35 minutos antes de la audiencia prevista para las 10h00 locales (17h00 GMT).
El intérprete estaba acompañado de sus padres, Joe y Katherine, además de sus hermanas Janet y La Toya y de sus hermanos Jermaine y Randi. Los cuatro hermanos vistieron de blanco en armonía con Michael, de 45 años, acusado de abuso sexual de un menor.
La multitud gritó “inocente” en momentos en que Jackson y su clan descendieron de un autobús dorado y negro, como si de una gira musical se tratara, antes del inicio de la audiencia en Santa María, California.
La decisión de Jackson de comparecer a la primera de una serie de audiencias esta semana sorprendió a la prensa y sus simpatizantes, ya que la presencia del músico esta vez no era requerida en la Corte.
“Están convencidos de que es culpable y harán todo lo que sea necesario para probarlo, incluso si esto significa falta de justicia”, dijo Vienna Wookd, de 14 años, una de las 200 simpatizantes que esperaban al cantante a la entrada del tribunal desde la madrugada.
En el cielo claro de Santa María meneaba una pancarta que leía: “Si Michael Jackson es Peter Pan, entonces Thomas Sneddon es el Capitán Garfio”, aludiendo a la historia infantil, en la que este último es el enemigo de Peter Pan.
Jackson mantuvo su mirada sobre Sneddon cuando este testificó ante la Corte sobre la legalidad de sus métodos para investigar las acusaciones de abuso sexual que emitió un niño el año pasado.
La defensa de Jackson, encabezada por Thomas Mesereau, prevé demostrar que Sneddon violó –entre otras– la ley de “secreto entre cliente y abogado” al allanar la oficina del detective privado Bradley Miller, que en ese momento trabajaba para el que era entonces abogado del cantante, Mark Geragos. Por esa razón, según Mesereau, toda la evidencia recogida en la oficina de Miller debe ser excluida del juicio contra el artista.
Sneddon insistió que él no sabía en ese entonces que Miller trabajaba para Geragos.
El fiscal, considerado como un sabueso contra Jackson, reveló que la madre de la presunta víctima alegó que ella fue secuestrada y enviada a una oficina federal donde debía obtener pasaportes.
Jackson mantiene desde el inicio del caso que Sneddon –quien también acusó al cantante de abuso sexual de un menor en 1993– está obsesionado por ponerlo detrás de las rejas. Según allegados de Jackson, la ira del fiscal aumentó cuando en 1994 se le iba de las manos el juicio contra el músico luego de que este alcanzó un acuerdo millonario con la familia del niño que lo acusó.
Notas
Acusación
El pasado 18 de diciembre, Michael Jackson fue acusado de siete cargos de conducta lasciva con un menor de 14 años, y dos por administrarle alcohol.
Se declara inocente
El cantante, padre de tres hijos, se declaró inocente de los cargos que pesan en su contra. Está en libertad bajo fianza de 3 millones de dólares. De ser condenado podría pasar su vejez en la cárcel.
Abuso
Los abogados de Jackson alegan que el fiscal abusó de su autoridad el pasado noviembre, cuando allanó la hacienda del cantante en Santa Bárbara, conocida como Neverland. Según ellos, el fiscal tenía permiso para ingresar solamente en ciertas áreas de la propiedad.