La OEA y el Centro Carter avalaron este lunes con claridad el triunfo del presidente venezolano Hugo Chávez en el referendo del domingo, pero ni así convencieron a los opositores que siguieron exigiendo pruebas de que no hubo el fraude que proclaman.
 
Los titulares de ambas instancias, los ex presidentes de Colombia César Gaviria y de EE.UU. Jimmy Carter, manifestaron en rueda de prensa conjunta que sus datos coinciden con los resultados parciales anunciados por el autónomo Consejo Nacional Electoral (CNE).
 
Con algo más de un 94% del escrutinio, el Poder Electoral dio a la opción "no", que defendió el oficialismo, un 58,25% de los votos, pero la oposición asegura que el "sí" a la revocación de Chávez obtuvo un porcentaje aún mayor (59%).
 
Aunque se presumía que con el pronunciamiento de la OEA y el Centro Carter la coalición opositora Coordinadora Democrática  aceptaría de una vez la victoria "chavista", no fue así y poco minutos después uno de sus portavoces, Alberto Quirós, reiteró sus dudas sobre el resultado, pero con menos vehemencia que antes.
 
En rueda de prensa, el vocero opositor exhortó a la comunidad internacional a que garantice la seguridad y custodia de las actas físicas del plebiscito para poder realizar, de inmediato, una auditoría del contenido de las urnas.
 
Según dijo, para los adversarios de Chávez hay discrepancias entre los resultados de las encuestas realizadas el domingo a pie de urna, durante la votación, y los emitidos en la madrugada por el CNE, recién respaldados por la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Centro Carter.
 
Incluso, desde EE.UU., el portavoz del Departamento de Estado Tom Casey indicó que Washington tuvo preocupaciones previas a la consulta, pero había recibido "reacciones positivas" de los observadores internacionales sobre la legalidad y transparencia del plebiscito.
 
Antes del aval de la observación internacional, la Coordinadora convocó a sus seguidores "estafados" a una manifestación para defender su voto en la calle "de forma pacífica", pero Quirós no insistió en el llamamiento, que tampoco parece haber tenido gran eco.
 
Tras el anuncio de la votación por el CNE, los venezolanos se mantuvieron en ascuas a la espera del pronunciamiento de la OEA y Centro Carter, que ambas dijeron de madrugada que postergaban para hoy su comparecencia ante la prensa con el informe sobre su observación.
 
Sin embargo, los seguidores "chavistas" no esperaron a este a celebrar su triunfo y acudieron en masa al palacio presidencial de Miraflores, en el centro de Caracas, donde el presidente Chávez les dirigió unas calurosas palabras de agradecimiento.
 
"Ha sido una gran victoria del pueblo venezolano", dijo el izquierdista gobernante, que también llamó a sus contrarios a no sentirse derrotados y sumarse a su proyecto de gobierno "alternativo al salvajismo neoliberal, que pretendió acabar con nuestra patria".
 
Las masas "chavistas" ven a su dirigente como un héroe que lidera una "revolución de los pobres", basada en programas y misiones sociales para ayudarles a conseguir una vida mejor.
 
El vicepresidente venezolano, José Vicente Rangel, afirmó a EFE que el triunfo en el referendo "proyecta toda una política victoriosa frente a las fuerzas reaccionarias del país y frente al imperialismo".
 
El ministro del Interior, Cesar Lucas Rincón, dijo por su parte que "estos señores de la oposición tienen que entender que ésta es la voluntad popular".
 
Unos 14 millones de electores fueron convocados a la jornada del referendo del domingo, en la que se acudió a votar de forma masiva, pero que resultó ensombrecida por la muerte de tres personas y varios heridos en distintos incidentes.