El presidente estadounidense, George W.  Bush, recorrió este domingo en helicóptero las zonas de Florida (sudeste) más  afectadas por el huracán Charley, que a su paso por el Estado el viernes dejó  al menos 16 muertos y daños evaluados en miles de millones de dólares. 
 
"Hay un montón de compasión llegando hasta aquí. La Cruz Roja está aquí. Lo  que quiero decir es que hay un montón de auxilio llegando hasta esta parte del  mundo -va a llevar un tiempo reconstruirla", dijo Bush, que interrumpió una  gira de campaña electoral para ir a Florida, Estado del que su hermano Jeb es  gobernador. 
 
Ambos sobrevolaron en helicóptero el devastado pueblo costero de Punta  Gorda y más tarde recorrieron sus calles, donde el presidente afirmó que "las  vidas de la gente han sido destruidas" junto con sus hogares. 
 
Los socorristas continuaban este domingo realizando la búsqueda de  desaparecidos, casa por casa en la zona más duramente afectada en Punta Gorda,  al norte de Fort Myers, en el condado de Charlotte. 
 
La vicegobernadora Toni Jennings declaró que el balance provisional de 16  muertos podría aumentar. La mayoría de las personas muertas sufrieron  accidentes de tránsito, fueron aplastadas por columnas o se electrocutaron al  pisar charcos de agua en contacto con cables cortados del tendido eléctrico. 
 
"Podríamos encontrar más (muertos) a medida que continuemos, ya que fue una  tormenta devastadora", afirmó. 
 
Bush, que declaró el Estado zona de desastre, de modo que pueda recibir  ayuda federal, afirmó que ésta estaba en camino y llegaría lo antes posible. 
 
"Estamos trayendo hielo y agua y remolques para que la gente pueda  alojarse. El Estado está suministrando seguridad de modo de que la gente pueda  tener la tranquilidad de que el vecindario es seguro", afirmó. 
 
El presidente atravesó el país en su avión presidencial desde Seattle,  Washington (noroeste), hasta Fort Myers, en Florida (sureste), y desde allí  partió en helicóptero junto a su hermano. 
 
Bush negó que su visita fuese un gesto electoral para con un Estado que  podría ser crucial para la definición de las elecciones presidenciales del 2 de  noviembre, como ya lo fue en las de 2000. 
 
"Si no hubiera venido dirían que debí haber estado aquí más rápidamente",  afirmó el mandatario. 
 
El senador John Kerry, rival demócrata de Bush para las elecciones de  noviembre, afirmó que no iría a Florida porque no quería distraer la atención  de las operaciones de rescate, y llamó a sus seguidores a colaborar con los  esfuerzos de ayuda. 
 
En tanto, un portavoz de la campaña republicana, Scott Stanzel, justificó  la presencia de Bush en la zona afirmando que "es importante que el presidente  evalúe los daños y la marcha de los operativos de rescate, pero se está  haciendo todo lo posible por asegurarse de no obstaculizarlos". 
 
Punta Gorda, una ciudad de clase media fue particularmente vulnerable a  los efectos del meteoro debido a que la mayoría de las construcción son  prefabricadas, ubicadas a lo largo de canales al borde del océano. 
 
Casi un 80% de las edificaciones de esta ciudad de 15.000 habitantes y sus  tres hospitales sufrieron daños, indicaron los servicios de urgencia. 
 
Más de 1,1 millones de personas permanecían sin los servicios de  electricidad en la zona afectada, mientras las líneas telefónicas y las redes  de celulares estaban en su mayor parte fuera de servicio. 
 
Los daños provocados por Charlye, que el viernes atravesó de oeste a este  la península de la Florida, son considerados los mayores desde el paso en 1992  del huracán Andrew que provocó 12 muertos y millardos de dólares en gastos. 
 
En el centro de Florida numerosos hoteles resultaron dañados. El parque de  diversiones Disney World reabrió este domingo, utilizando su propia planta de  generación eléctrica.