Decenas de atacantes irrumpieron en un campamento de la Organización de las Naciones Unidas para refugiados en el occidente de Burundi, donde balearon y acuchillaron a los congoleños, matando a por lo menos 150, dijeron ayer testigos y funcionarios locales.

Unas 30 personas más murieron en el hospital tras el ataque, perpetrado la noche del viernes en el campamento de refugiados cerca de la frontera con el Congo, dijo Isabelle Abric, portavoz de la misión de la ONU en Burundi.