Uruguay medirá a la Tri sin ningún amistoso

Uruguay, según todo lo indicado, enfrentará a Ecuador por las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de fútbol en el 2006, sin un partido en serio de entrenamiento.

Aunque no se informó oficialmente, se conoció que para la llamada Fecha FIFA prevista para el miércoles próximo, Uruguay no pudo concretar  encuentro alguno y Paraguay y Chile se negaron. En esa fecha, los clubes tienen la obligación de entregar sus jugadores estén donde estén.

El cúmulo de problemas que afronta el fútbol uruguayo sigue alimentándose.

Hace  unos 47 días, la agremiación de futbolistas se lanzó a una huelga debido a que siete clubes de la segunda división profesional no  pagaron sus sueldos a los futbolistas. La cifra global era de unos 9.000 dólares.

La agremiación no solo paró la segunda división del torneo, sino que la extendió a la primera por lo cual no pudo culminar el torneo Clasificatorio del que resta una fecha.

En esos momentos, solo quedó excluida la selección que se aprestaba a intervenir en la Copa América de Perú, el mes pasado, donde pese a todos los problemas de arrastre finalizó en un tercer puesto, renovando la esperanza para las eliminatorias.

Sin embargo, por la huelga el técnico uruguayo Jorge Fossati, que asumió en abril, solo pudo comenzar a trabajar con quince futbolistas locales esta semana para que por lo menos adquieran estado físico.

Fossati reclamó a la Asociación de Fútbol un partido amistoso internacional para tener una idea de cómo estaban los futbolistas locales y del exterior, pero todo parece señalar que no se pudo concretar ningún amistoso.

El partido contra Ecuador, vital para los intereses uruguayos debido a que se encuentra en la penúltima posición para las eliminatorias, se disputará en Montevideo el 5 de septiembre, y   los celestes darán la ventaja de una preparación que no contempla las exigencias necesarias.

Todos los días  aparece una fórmula de acuerdo entre las autoridades charrúas y la agremiación de futbolistas, pero siempre surge un escollo que viene difiriendo una solución y la reanudación de las actividades.