Tras su retorno de Francia, adonde viajó la semana pasada para certificar el volumen de reservas existentes en el área Ishpingo Tambococha Tiputini (ITT) –que este año saldrá a licitación–, el ministro de Energía, Eduardo López, aclaró que EE.UU. le negó la permanencia en uno de sus aeropuertos (para el trasbordo hacia Ecuador) porque olvidó el pasaporte que contenía la visa para ese país.

Según él, la visa para ingresar a los EE.UU. está registrada en un pasaporte antiguo (caducado) y no en el vigente, que fue el documento con el que viajó.

López descartó que ese percance esté vinculado con el incidente que impidió que la esposa del ex ministro de Bienestar Social, Patricio Acosta, ingresara a ese país hace varios meses.

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“Mi visa (a Estados Unidos) caduca en febrero del 2005”, insistió, y simultáneamente dijo que el país logró certificar en el Instituto Francés del Petróleo el volumen de reservas del que se transformará en el campo petrolero más grande del país en crudo pesado: el ITT.

El tren estructural, como se lo conoce (tres campos en uno), cuenta con reservas in situ –en el subsuelo– estimadas en 5.000 millones de barriles.

Las reservas probadas (verificadas) llegan a los 600 millones de barriles; y las probadas, probables y posibles alcanzan los 1.300 millones.

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Desarrollar esa área es una nueva experiencia, dijo López, y por ello solicitaron el asesoramiento de los técnicos del Instituto francés; ellos armarán todo el paquete licitatorio hasta firmar el contrato. El trabajo se iniciará a fines de este mes.

Según el presidente de Petroecuador, Luis Eduardo Camacho, desarrollar el campo requerirá una inversión de 3.500 millones de dólares pues se trata de un proyecto integral, que incluye la extracción, transporte, almacenamiento y refinación del hidrocarburo que produce.

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Según los planes del Ministerio de Energía y Petroecuador, la empresa que se haga cargo del proyecto tendrá un contrato para 25 años, además contará con seguridad jurídica y la colaboración de personal capacitado.

En el país no hay un área con esas características: el ITT produce un petróleo de 15 grados de espesor; es decir, según los técnicos, “fluirá como melcocha caliente”.

Los actuales campos estatales en producción arrojan un crudo de 26 grados, cuya viscosidad se asemeja –según los expertos– a una colada.