El 31 de mayo fui asaltado por tres delincuentes, mientras estaba estacionado afuera de una casa en la ciudadela Alborada. Eran las 18h40. Yo me encontraba esperando a una persona a la que le había hecho una carrera de taxi desde el Banco Centromundo hasta una vivienda en  la Alborada, por el centro comercial La Rotonda.

Yo estaba afuera de esa casa cuando me encañonaron los delincuentes. Creo que el señor al que yo le estaba haciendo la carrera iba a realizar un pago a un familiar que había llegado recientemente de Estados Unidos.

Estos sujetos, que andaban a pie, me sacaron del volante y me metieron al baúl de mi carro, un Chevrolet Corsa Evolution, color rojo, de placas GME-396. Cuando los ladrones llegaron hasta las inmediaciones de la compañía Coca Cola (detrás de la décima etapa de la Alborada), me sacaron del portamaletas y me obligaron a entrar a un Volkswagen Vento blanco. En ese carro me tuvieron dando vueltas hasta las 12 de la noche. Pasé casi seis horas secuestrado. Después me dejaron abandonado en una zona que está cerca del camposanto Jardines de Esperanza. Los pillos se llevaron mi dinero y mis documentos, así como las cédulas de identidad de mis cinco hijos.

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Voy todas las semanas a los patios de la Policía Judicial del Guayas para ver si mi carro ha sido recuperado, pero no hay nada. Lo más grave es que el seguro de mi vehículo estaba vencido, porque por falta de dinero no lo había podido renovar.

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