La larga espera para abastecerse de gas en la planta de El Salitral se ha convertido en una tarea diaria, que dura entre ocho y diez horas, para los transportistas.

Mientras tanto, los depósitos continúan desabastecidos. Víctor Mendoza, dirigente de distribuidores de gas en Guayaquil, calcula que el 50%, sobre todo de los negocios pequeños, no han podido regularizar sus ventas por falta de este combustible. En la ciudad existen alrededor de 500 distribuidores, según Mendoza.

Celestina Ávila tiene un negocio en la ciudadela La Floresta. Ella no recibe gas desde el viernes pasado. El día anterior le entregaron apenas 48 cilindros de los 160 que normalmente compra. Igual caso experimenta Marlene Ruiz, quien posee un pequeño negocio en La Atarazana y no ha podido comprar los cilindros amarillos, pues los camiones distribuidores no llegan hasta su depósito.

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El dirigente explicó que esto suele ocurrir cuando hay escasez. Los carros repartidores que compran los cilindros en la planta reparten primero a las distribuidoras grandes y luego a las pequeñas, medida que genera los reclamos de estas últimas.

“Hay que darle tiempo al tiempo. Creo que en algo alivia las 40 toneladas de más que Petrocomercial entregó a Duragas, pero el flujo de llenado no abastece. Todavía hay carros haciendo colas”, añadió.

Hernán Uriña llegó el lunes, a las 19h00, para comprar 400 cilindros y a las 10h45 de ayer, seguía esperando su turno. “Tenemos más de un mes con este problema. Solo puede hacer un viaje, antes hacía hasta tres”, reclamó.

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Los distribuidores de la planta de Congas, contigua a Duragas, aunque en menor cantidad, también han experimentado la escasez.

Dinner Luzuriaga señaló que este problema lo vive desde hace dos semanas. Él se demoró cuatro horas para abastecerse y afirma que ahora solo hace un viaje, antes realizaba dos.

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Fabián Zambrano, en cambio, solo pudo comprar 100 de los 200 que solía adquirir a diario.