El intérprete participó con otros cantantes cubanos como Compay Segundo, Amadito Valdés y Barbarito Torres en el documental y el disco ‘Buena Vista Social Club’.

Casi ocho décadas no son suficientes para doblegar el ímpetu y la voz del cubano Ibrahim Ferrer, quien aspira a que solo la muerte pueda separarlo de la música.

El intérprete de 77 años, quien logró popularidad internacional en 1997 con el disco Buena Vista Social Club y con el documental homónimo de Wim Wenders dos años después, explicó en una entrevista que su vigencia en el mundo de la música es una prueba clara de que esta no envejece.

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“Pienso seguir haciendo música hasta que se me vaya la voz o hasta que me muera. Yo creo que hasta en cama lo voy a hacer, les digo que me pongan un micrófono en la cama y lo voy a hacer”, dijo Ferrer.

Se siente satisfecho con el auge que ha experimentado la música tradicional cubana, que ha permitido que se reconozca el trabajo de varios veteranos músicos de la isla.

“Me siento muy contento de ver principalmente cómo ha acogido mi música la juventud, que aunque seamos personas muy mayores, por no decir viejos, ellos entienden que la música no envejece”, expresó.

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Ferrer, quien en los últimos años ha logrado cautivar a un público cada vez más joven, participó el pasado 1 de agosto en un concierto masivo en Caracas organizado por el gobierno, donde compartió escena con sus compatriotas Silvio Rodríguez y la Orquesta Aragón, los puertorriqueños Andy Montañez y Roy Brown.

El cantante ganó este año el Grammy estadounidense al Mejor álbum tropical tradicional con su producción Buenos Hermanos. A fines del 2003 obtuvo con ese disco el Grammy Latino en la misma categoría.

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Ferrer no asistió a la ceremonia porque el gobierno de los Estados Unidos le negó el visado, junto a otros artistas nominados de la isla caribeña, alegando razones de seguridad.

Sin embargo, el vocalista agradeció que su trabajo finalmente obtuviera el galardón. “Si me lo han dado es porque me lo merezco, cuando usted se merece una cosa y se lo dan, usted debe de tomarlo”, indicó.

Demostrar el talento
El disco producido por el estadounidense Ry Cooder y el documental de Wenders permitió a un conjunto de músicos cubanos de avanzada edad darse a conocer en el mundo.

Curiosamente, Ibrahim Ferrer, a pesar de estar dedicado a la música desde los 14 años, recibió su primer Grammy Latino en el 2000 como Mejor Nuevo Artista.

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Buena Vista Social Club también sirvió de trampolín a otros olvidados músicos como Barbarito Torres, Amadito Valdés -quienes compitieron con Ferrer en los Grammy- y al fallecido Compay Segundo.

“Lo más malo que hay en la vida es que digan que no sirves, sin dejar que te puedas desarrollar, sin que tú mismo te cerciores de que no sirves. En este caso, aunque tarde, se demuestra que efectivamente uno servía”, comentó.

Luego del éxito internacional, el veterano intérprete ha grabado dos discos en solitario, Buena Vista Social Club presenta a Ibrahim Ferrer (2002) y Buenos Hermanos (2003).

También ha prestado su voz para producciones de otros artistas, en especial de varias agrupaciones para jóvenes, como Gorillaz, en cuyo álbum debut cantó el tema Qué pasa contigo.

“No tengo pensado hacer ninguna grabación ni tocar con ningún grupo, pero quienquiera que yo lo ayude en ese aspecto, sabe que me tiene siempre a la orden”, acotó.

Por el momento, Ferrer se encuentra en la preparación de su nueva producción discográfica, aunque prefirió no adelantar planes.

“Eso me lo reservo ahora porque no hago nada con decirlo y cuando venga la producción, en conclusión me digan que no va”, dijo.