La bolsa rusa volvió ayer a caer por las malas noticias sobre la petrolera Yukos, que tiene dificultades para pagar los costos de producción por el embargo de sus cuentas, mientras el gobierno de Rusia se beneficia de los disparados precios del petróleo que se registran en los mercados internacionales.

La tardía noticia aparecida el lunes de que la justicia volvió a embargar los títulos de la mayor filial extractora de Yukos como garantía de pago de una deuda fiscal reclamada hizo caer sus valores el 11,7% en la Bolsa de Moscú y el 14,9% en el sistema RTS, hasta los 3,7 dólares por cada acción.

Yukos, que extrae cada día 1,7 millones de barriles de crudo, la quinta parte de todo el petróleo de Rusia, tiene sus cuentas embargadas por supuesta evasión fiscal, y la justicia  amenazó con expender su mayor filial extractora para cobrarle 3.400 millones de dólares impagados en el 2000.