No, este no es el más reciente programa de realidad de televisión sino un proyecto de investigación de alta tecnología conducido por científicos de la Agencia Espacial Europea. Los expertos quieren anticipar los problemas médicos que pueden surgir en la medida en que las misiones espaciales duran más tiempo.

A las voluntarias les pagarán 15.200 euros (US$ 18.000) por pasar dos meses en una cama inclinada hacia atrás en un ángulo de 60 grados.

Deberán vivir aisladas en el centro de investigación médica del Instituto Francés de Medicina y Fisiología Espacial (Medes) en Toulouse, Francia, durante 101 días en total, incluyendo tres semanas en cualquiera de los dos extremos de la cama.

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El experimento está diseñado para replicar la ingravidez. Pruebas similares se han realizado con hombres, pero a los científicos les hace falta la información sobre las mujeres.

Las candidatas deberán tener entre 25 a 40 años de edad, estar en buen estado físico y de salud y hablar con fluidez inglés o francés.

La motivación es importante, dijo Peter Jost, científico de la Agencia Espacial Europea (ESA por sus siglas en inglés) que dirige el experimento.

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“Claro que son 101 días muy difíciles”, declaró.

Se les permitirá tener libros, televisión, música y acceso a la Internet, pero el único contacto cara a cara que tendrán será con los médicos que supervisarán el experimento.

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Además de los efectos físicos –hinchazón de la cara, congestión nasal, punzadas y dolores, desgaste muscular y pérdida de la masa ósea– los experimentos serán mentalmente arduos, añadió Jost.

Las 24 candidatas seleccionadas empezarán el experimento en enero en Toulouse.